Capítulo XXVII

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a después de comer Hazel se reunió con Elia en su habitación para practicar "una cosa secreta de magia" según dijo Elia.

-No puedes pasarte de potencia o harás explotar el tarro -Dijo Hazel.

-Sí, sí, tranquila. Yo controlo.

Hazel no estaba muy segura de eso, pero la dejó en paz para que pudiese concentrarse.

Elia cerró los ojos y se concentró en visualizar en su mente lo que quería crear. Abrió los ojos y sonrió al ver el resultado.

-Lo has hecho muy bien. -La felicitó Hazel, pero para su desilusión en ese momento el contenido del tarro explotó junto con el mismo. Empezaron a toser ambas mientras apartaban el humo con la mano. Hazel se acercó a la escotilla y la abrió para que ventilase la habitación. -Puede que haya hablado muy pronto.

-Lo siento. No quería que explotara.

-Ya lo sé, pero ahora necesitamos empezar de nuevo.

Mientras tanto los de fuera de la habitación estaban debatiéndose entre entrar, incumpliendo lo que les habían dicho o quedarse fuera sin saber si las chicas estaban bien.

-No ha pasado nada -dijo Elia sin abrir la puerta. -Estamos bien.

-¿Qué ha explotado? – preguntó Frank.

-Una cosa pequeñita -respondió Hazel, -pero tranquilo, estamos bien solo hay un poco de humo. No entréis.

-Necesitaremos otro tarro ¿No? -preguntó Elia.

-Y otro sitio más amplio.

-Podemos pedirle el taller a Leo.

-Lo está usando él. Podríamos ir al establo que está vacío.

-Vale, déjame probar una cosa. -Antes de que Hazel le diera permiso para hacer nada, Elia la agarró por la muñeca y se teletransportó al establo. Hazel apareció a su lado. -Que guay, puedo teletransportar a otras personas.

-La próxima vez, ¿Puedes avisar? -murmuró Hazel, un poco trastocada por el viaje.

-Lo intentaré. Ahora vamos a ponernos con lo de antes. -contestó Elia, haciendo aparecer otro tarro.

Estuvieron una hora más encerrando hechizos dentro del tarro.

-Bueno, pues ya está. Has mejorado mucho. -Dijo Hazel para felicitar a Elia.

-Tú has hecho la mitad del trabajo.

-Algo menos, pero ahora, si me disculpas voy a descansar un rato que la magia le deja exhausta.

-Vale.

Elia desapareció sin dejar ningún rastro y reapareció medio microsegundo después en su habitación, guardó con cuidado el tarro en un lugar seguro y a salvo de golpes.

Sonrió al pensar como reaccionarían los demás.

-¿De que te ríes? -dijo una voz a sus espaldas. Elia se giró y por poco se desmayó del susto. -¿Qué te pasa? ¿Ya no reconoces a tú amiga?

Esa chica era idéntica a Natalia.

-Pero... pero tú estabas muerta. Yo vi como ese monstruo te... te destrozó... es imposible que estés viva.

-Pues aquí estoy y muy decepcionada. Yo fui tu única amiga la única que no te trataba como a un bicho raro, como a la bruja que realmente eres y tú... tú me lo devolviste así. Fuiste incapaz de salvarme. -Su tono de voz era frío y acusador.

-Natalia tú no eras así, nunca me habrías dicho eso.

-Pero por eso he vuelto. Terminaré lo que el monstruo no pudo.

La nueva Generación [PJO, HoO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora