La nueva Generación [PJO, HoO]

Capítulo XXVI

«Estas calles son un laberinto» pensó Elia, examinando el mapa, ella se había criado en sitios donde las calles eran líneas rectas y tenían por nombre un número.

Empezó a inspeccionar los principales bancos y supermercados de la zona. No había ninguno cerca del faro. El pueblo más cercano estaba a dos kilómetros y medio.

Elia cogió un lápiz y redondeó los sitios a los que tenían que ir. El banco, el supermercado y el centro de información.

Alguien llamó a la puerta de la habitación.

-Adelante -Dijo Elia. Harley entró en la habitación. -Ah, eres tú.

-¿Estás con el mapa?

-Sí -se hizo a un lado para que Harley pudiese verlo.

-Esto es un laberinto. ¿Cómo te orientas?

-Ni idea, a mí me parece mejor la organización de calles cuadriculada, así no te puedes perder, pero las calles de este pueblo son más antiguas.

-¿Y en la antigüedad no sabían organizar calles en línea recta?

-No es por eso, tonto. Tenía una función defensiva. Cuando atacaban la ciudad el ejército no cabía por las calles y además si no sabían los planos de la ciudad les era muy difícil llegar hasta el núcleo de la ciudad.

-Hala, pues sí que eran listos.

-Claro, que viviesen hace siglos no significa que no pudiesen ser listos. ¿Para que habías venido?

-Ah, bueno, es que quería que me enseñases a hacer esas volteretas tan chulas.

-Ah, primero te ríes y después quieres aprender a hacer esas volteretas.

Harley se puso colorado.

-No me he reído.

-Sí lo has hecho.

-¿Puedes enseñarme a hacer esas volteretas?

-Claro, pero con una condición, tienes que hacerme caso.

-Vale.

-Y no volver a reírte de mí.

-Eso son dos condiciones.

-Dos por uno.

-Yo no me río de ti, me río de lo que has hecho.

-Es lo mismo.

-Bueno, ¿Me enseñas a hacer volteretas o nos pasamos aquí toda la mañana?

-Venga, vale, vamos fuera.

Buscaron un lugar despejado y amplio en la cubierta.

-Aquí hay suficiente espacio -sentenció Elia.-No sabes hacer ningún tipo de voltereta ¿Verdad?

-No.

Elia suspiró, iba a ser difícil enseñarle desde cero cuando ni siquiera era profesional haciendo volteretas.

-Vale pues vamos a hacer algo muy fácil para empezar. -Hizo aparecer un banco con un chasquido de dedos. -Intenta hacer una voltereta lateral pasando de un lado a otro del banco.

Harley intentó hacer lo que Elia había dicho, pero se quedó en eso, un intento.

-¿No decías que era fácil? -preguntó Elia, sonriendo.

-Parecía fácil.

-Vuelve a intentarlo, hasta que te salga. Es cuestión de práctica.

Se pasaron toda la mañana así, Harley practicando y Elia mirando como mejoraba poco a poco.

-¿Qué tal? -preguntó Harley después de hacer una voltereta lateral sin ayuda de Elia (aunque sí muy cerca de su cara).

-Te agradecería que no me pegases una patada en la cara, pero por el resto bien.

Hazel eligió ese momento para aparecer y llamarles a comer.