Elia, ¿Qué te pasa? -está vez era la voz de Harley la que se oyó al otro lado de la puerta.
-Vete, Harley.
-¿Estás llorando?
-No, déjame en paz.
-Sí que estás llorando.
-Vale, ¿Y qué?
-Que no te puedo dejar llorando.
-¿Por qué no? Olvídame.
-En primer lugar porque eres mi amiga y en segundo lugar porque sin ti me aburro. Así que déjame entrar.
-No puedes, estoy en la puerta.
-Pues quítate porque voy a entrar igual.
Por algún motivo Elia decidió moverse y se metió debajo del escritorio. Harley abrió la puerta.
-Deberías irte.
-No hasta que me digas que te pasa.
-Pasa que estoy viva.
-Drama Queen...
-Annabeth tiene razón cuando dice que si no me controlo soy un peligro.
-¿Es por lo que ha pasado antes?
-Eso solo ha sido la gota que ha colmado el vaso.
-Es imposible que te hayan pasado tantas cosas malas por culpa de la magia.
-¿Te acuerdas cuando te dije que no había conocido antes a ningún niño de mi edad? Bueno pues eso no es verdad del todo. Cuando tenía cinco años me hice amiga de una niña que se llamaba Natalia, ella podía ver a través de la Niebla. Un día estábamos jugando a la pelota y yo la mandé un poco más lejos de la cuenta, cuando Natalia fue a buscarla apareció un monstruo, no sé qué era pero, Natalia solo estaba en medio.
-Y Natalia murió. ¿No?
-El monstruo la asesinó. -Se apartó el pelo de la nuca. -Y a mí me hizo esto cuando intenté matarle.
Tenía una cicatriz blanca que cruzaba de lado a lado la parte de atrás de su cuello.
-Por eso siempre llevas el pelo suelto.
Elia asintió.
-Después de eso mi padre y yo nos mudamos a un sitio alejado de la gente donde los monstruos no pudiesen hacer daño a nadie más.
-¿Te ha pasado más veces?
-Con mi padre, nos atacaron varias veces y aunque él no me lo decía, los monstruos también le herían a él.
-¿Pero, tú no les matabas?
-Para atacar tengo que darme cuenta de que están ahí, si eran sigilosos tenía que darme cuenta antes de que sucediera otra tragedia. Una noche rodearon la casa y atacaron, todos a la vez. Esa fue la primera vez que hice lo que dices tú de gritar y matar a todos los monstruos a varios metros a la redonda. Mi padre decidió que era mejor mandarme al campamento Mestizo donde estaría protegida.
-Ahora entiendo a qué te refieres cuando dices que los monstruos atacan más.
-Pero, yo también soy un monstruo cuando uso mal la magia. Así que he decidido no volver a usar mis poderes.
-¿No es una decisión un poco extrema? Lo de esta mañana ha sido un accidente.
-Que podría haber acabado muy mal.
-Pero, no lo ha hecho, además necesitamos tus poderes y le has dicho a Percy que ibas a preparar algo para Annabeth con magia.
-Dame un solo buen motivo por el que debería de seguir usando mis poderes aún teniendo en cuenta el riesgo que corréis.
-A mí me han dicho muchas veces que la naturaleza es sabia así que, si tú naciste con poderes será por algún motivo y estoy bastante seguro de que como llevas toda tu vida dependiendo de ellos si dejases de usarlos sería una estupidez porque te complicas la vida. Dos motivos a falta de uno.
-Admito que son dos buenos motivos, pero ¿En serio crees que merece la pena arriesgarse?
-Elia deja de echarte la culpa, tienes unos poderes increíbles y quieres desperdiciarlos dejando de usarlos. Si yo tuviese los mismo poderes que tú...
-Por eso exactamente no tienes.
-Además quien no arriesga no gana. ¿Te he convencido?
-Solo porque te he dicho que si me dabas un buen motivo volvería a usarlos. Que conste que me sigue pareciendo un peligro.
-Si lo piensas todo es un peligro.
-¿Gracias por la motivación?
-Lo que quiero decir es que no eres el único peligro.
-Si te pones así hasta las pompas de jabón son peligrosas.
-Si te explota en un ojo...
-Si eres alérgico a ellas... -Dijeron a la vez.
-¿Acabas de decir que se puede ser alérgico a las pompas de jabón? -Preguntó perplejo Harley.
-No te rías, es horrible.
-¿Eres alérgica a las pompas de jabón?
-Es absurdo, ya lo sé. Puedo matar con las voz pero, las pompas de jabón me dejan fuera de combate.
Harley no pudo evitar reírse.
-No te rías, tonto.
-Es que es muy gracioso, admítelo.
-Yo no le veo la gracia, sinceramente.
-¿Me puedes hacer una demostración?
-No.
-Porfa, quiero ver qué pasa cuando estás cerca de pompas de jabón.
-No.
-Por favor.
-Que no. Pesado.
-Pues voy a conseguir un pompero.
-Eres muy pesado.
-Pero es que quiero ver qué pasa.
-¡No! No es difícil de entender.
-Solo estás haciendo que tenga más ganas de saber que pasa.
-Eres insoportable. No es no.
Harley se fue corriendo a buscar un pompero y no hizo caso a las palabras de Elia.
-¿Por qué a mí? -murmuró mirando al techo.
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La nueva Generación [PJO, HoO]
FanficUnos años después de la guerra contra Gaia, llega una peculiar semidiosa al campamento mestizo. Su nombre es Elia, tiene siete años, habilidades misteriosas por descubrir y una profecía (y misión) para ella y los Siete de la profecía. ¿Qué ocurrir...