Capítulo XV

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-Siento lo de antes -se disculpó Elia delante de todos.

-Intenta no volver a hacerlo y no me enfadare -dijo Leo. -E intenta no prenderle fuego a mi barco.

-Ni a mi pelo -Añadió Harley, señalando una parte de su pelo que estaba chamuscada.

Elia acarició con los dedos el pelo quemando e inmediatamente este volvió a estar bien.

-Al menos eso lo puedo arreglar.

-¿Puedes restaurar la madera que has quemado en el suelo? -preguntó Hazel.

-Supongo que sí.

Se agachó y posó la mano encima de la zona ennegrecida por las llamas. Rápidamente volvió a ser madera tratada.

-Creo que ya se a quien pedir ayuda cada vez que queme algo. -Dijo Leo.

-Tengo una idea mejor -Dijo Piper, -no quemes nada.

-Eso sería desperdiciar mi poder.

Harley le hizo un gesto a Elia para alejarse un poco de los demás.

-¿Qué te ha pasado antes?

-¿Te acuerdas cuando te dije que si me pongo nerviosa mi magia no funciona exactamente como yo quiero? Pues si me enfado podría hacer explotar todo a 300 metros a la redonda, más o menos.

-¿Y te enfadas muy a menudo?

-Solo cuando me dan motivos. ¿Jugamos a algo?

-A un escondite por todo el barco.

-Cuentas tú por proponerlo.

Elia salió corriendo mientras Harley contaba en voz alta.

Estuvieron jugando hasta que empezó a atardecer y Leo decidió que por la noche navegarían con el piloto automático.

Una vez posados en el agua Harley y Elia se sentaron en la cubierta. Bueno más bien Harley se sentó y Elia se colgó bocabajo sujetándose con las piernas a unas redes.

-No entiendo porque te gusta tanto estar en las redes.

-No sé, siempre me ha gustado escalar y desafiar a la gravedad, además así soy más alta que tú.

-No es verdad. -Se puso de pie para demostrarlo y quedó dos centímetros por debajo de ella.

-Soy más alta. -Le sacó la lengua.

-Eso se arregla rápido. -Empezó a hacerle cosquillas en la tripa y Elia doblándose de la risa acabo cayendo encima de Harley. -De nada por hacer de colchón. -Dijo él.

-Te lo mereces por hacerme cosquillas. -Contestó Elia levantándose. -A nadie se le ocurre hacer cosquillas a otra persona y ponerse debajo era obvio que si me caía sería encima de tí.

-Encima que he amortiguado la caída.

-Yo no te lo he pedido.

-La próxima vez te dejo caer al suelo.

-La próxima vez no me hagas cosquillas o te tiro al agua.

-Ah, claro, pero tu sí que puedes hacerme cosquillas porque como yo no tengo poderes...

-Exacto, lo has pillado rápido.

Harley frunció el ceño pensando una forma de que Elia no le tirase al agua si la hacia cosquillas pero, fue interrumpido por Elia y sus cosquillas.

-Se te acabo el tiempo de pensar. -Argumentó.

-Harley y Elia, a cenar. -Gritó Leo desde la puerta del comedor.

-Te echo una carrera. -Dijo Elia echando a correr.

-¡Eso es trampa!

Elia se giró para sacarle la lengua mientras corría de espaldas, no vio el montón de cabos acumulado en el suelo y cayó de espaldas sobre ellos.

-¡Mecachis! ¡Leo tienes que ordenar esto!

Harley pasó corriendo a su lado y llegó antes al comedor.

-Te he ganado y sin trampas.

-¿¡Como que sin trampas!? Has pasado de largo cuando me he tropezado.

-Hay que mirar hacia delante mientras corres. Es una regla básica.

Elia apretó los labios y se sentó en la mesa.

Cenaron tranquilamente mientras los mayores hablaban.

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