Epílogo

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Frunció el ceño aún con los ojos cerrados

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Frunció el ceño aún con los ojos cerrados.

El dolor de cabeza era agudo, insoportable, casi tanto como la incómoda cama en la cual estaba acostado. Abrió sus ojos entre parpadeos por la total iluminación de la habitación. No le costó más de dos segundos darse cuenta que no estaba en su habitación.

Miró a su alrededor comenzando a desesperarse por saber donde estaba y cómo había llegado a ese lugar pero fue rápido darse cuenta que estaba en la habitación de un hospital, tocó su frente y sintió una venda cubriéndolo. Eso le trajo todos los malos recuerdos, como el recuerdo de Jungkook inconsciente en el piso.

Comenzó a ponerse de pie sin pensarlo, un leve mareo lo hizo caer sentado pero volvió a intentarlo. No estaba conectado a nada, por suerte. Caminó con cuidado a la puerta, el mareo comenzó a desvanecerse y apenas salió se acercó una enfermera de inmediato para preguntar por Jungkook. Lo único que quería era verlo.

—¿Qué haces levantado? Por favor, vuelve dentro-

—Estoy bien —dijo no dejándose agarrar, la mujer quiso quejarse pero Hoseok no la dejó—. ¿Mi amigo? Había otro chico conmigo, ¿dónde está? —preguntó con valentía, aferrándose a la idea de que Jungkook estuviera bien.

Sin embargo, la mujer le dio una mirada extraña y, antes de que pudiera preguntarle qué pasaba, se alejó hacía otra mujer, una doctora. Hoseok sintió escalofrío por la mirada que le dio la doctora desde su lugar.

Y sé aterró más al verla acercarse a él. Casi retrocede.

—Jung Hoseok, ¿por qué no entras a tu habitación? Tienes que descansar y necesitamos que nos des el número de algún familiar para que vengan por ti.

Hoseok no pensó dos veces antes de hablar, tampoco le importo saber como sabía su nombre, suponía que había encontrado su documento de identidad en su mochila: —Quiero ver a mi amigo. Jeon Jungkook.

Ella volvió a darle esa mirada extraña, helándolo por completo.

—Puedes hacerlo luego —dijo extendiendo una mano para abrirle la puerta y que entrara.

—Me siento bien, solo quiero verlo. Iré a descansar luego de verlo. —Ella comenzó a negar.

—Él está dormido ahora-

—Por favor —insistió y la doctora suspiró cansada antes de mirar la plantilla que sostenía.

Asintió finalmente pero acordaron que luego iría a su habitación. Hoseok la siguió hasta unos pasillos más lejos de su habitación, atravesando varias personas estaban sentadas esperando conocidos. Ella abrió la puerta y él prácticamente corrió al cuerpo de Jungkook.

Estaba vivo a pesar de todos los tubos en él. Respiró aliviando como nunca antes lo había hecho. Estaba vivo. Dios.

La doctora dijo que tenía fracturas pero que el auto se había detenido a tiempo antes de ser peor, aún así iba a quedarse internado varios días y luego le preguntó sobre si conocía a sus padres. Hoseok negó y se sintió inútil por no saberlo aparte de culpable.

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