My Heart Belongs To Daddy💋 daddy kink💋 | L. Hemmings

💋34+35💋

⚠️Parental advisory explicit content⚠️

Eran las cinco de la mañana, aun ni salía el sol y ya Natalie y yo estábamos cogiendo.

Ella había reservado habitaciones separadas, pero en algún momento de la madrugada me llamó para decirme que estaba afuera.

Era impresionante las ganas que seguíamos teniendo a pesar de que habíamos tenido sexo muchas veces.

Pero las ganas no disminuían, parecían aumentar más y más.

Me separé de su boca para escucharla gemir y la sujeté por las piernas para mantenerlas separadas mientras me movía más rápido.

Sonreí al ver su preciosa cara de orgasmo mientras se corría.

Hundí la cara en sus pechos pera besar uno de sus pezones mientras seguía penetrándola hasta que me corrí.

Jadeó acariciándome el cabello indicándome que le gustaba lo que hacía y me entretuve un rato con sus pechos.

—Me encanta desayunarte...—susurré mientras acariciaba con mi lengua pezón derecho.

Subí mis besos por su pecho, su cuello y regresé a sus labios.

Nos besamos por un rato mientras ella me acariciaba todo el cuerpo, sus manos eran suaves y ella era muy delicada.

Me gustaban mucho sus caricias, eran relajantes.

Algo que pude notar en ella es que era bastante cariñosa después del sexo, le gustaba acariciarme el cuerpo, el cabello o darme besos en alguna parte del cuerpo cuando estaba desprevenido.

No era siempre pero cuando lo hacia lo disfrutaba.

Aún estaba dentro de ella y me moví solo poco antes de salirme provocando que se riera y jadear al mismo tiempo.

—Ojalá pudiera desayunar así todas las mañanas...—dijo mientras acariciaba mi espalda y me miró—Violé una de las reglas que me especificó tu papá—dijo divertida—Evita que tenga sexo antes de una competencia importante

Me eché a reír mientras le daba besos por la cara y me levanté para quitarme el preservativo y botarlo en la papelera del baño.

—Él dice que eso baja mi rendimiento—regresé a la cara y me recosté junto a ella cerrando los ojos por un momento—Pero yo digo que más bien me ayuda... cuando estoy ligero me concentro más.

—Así que ese es tu secreto para ser el mejor del mundo—sentí que se acomodaba junto a mi y comenzó dar besos en mi pecho.

—Puede ser.—sonreí mirando lo perfecta que se veía sobre mi—Quien sabe...—la recorrí con la mirada y me acerqué para volver a besarla.

Se acomodó en mis brazos y subió una pierna para abrazarme con ella mientras nos besábamos lentamente. De nuevo sus caricias me envolvieron y por un momento perdí la noción del tiempo.

La luz del día comenzó a colarse por la ventana y ella tomó el sobre cama para cubrirnos de la luz y continuar besándonos.

Me dio risa porque yo tampoco quería que ese momento se terminara.

Nos quedamos así por un rato acariciándonos y besándonos hasta que mi despertador sonó.

Ella se levantó para apagarlo y se subió sobre mi abdomen acorralándome en la cama para que no me levantara.

—Tú de aquí no sales—negó y me dio besos en el cuello mientras yo me reía.

—Sabes que si fuera por mi me quedaría todo el día aquí contigo...