Capítulo 6

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POV Alejandro

Dios mío, Jennifer si que es candente. Me encanta como gime y me suplica que no pare. En ese momento me doy cuenta que ella no es nada tímida y me atrevo a apostar a que tiene deseos sexuales y se los voy a cumplir

- Dime cuáles son y te los voy a cumplir.
- Hazme tuya señor, hazme venir una vez tras otra. Hazme el amor toda la noche.- Dice y procede a gemir en mi oído.
- Te haré mía, haré que gimas mi nombre y me supliques para que esté dentro tuyo.- Le beso el cuello mientras ella me dice que la haga mía. Bajo nuevamente y le beso esos deliciosos y perfectos pechos. Sigo bajando hasta su abdomen para introducir mis dedos dentro de ella. Pero antes de eso los pasó por los alrededores, la acaricio y le doy besos.
- Señor por favor, tóqueme ya- me dice en un excitante gemido.
- Lo que diga mi pequeña. Y comienzo a introducir dos dedos dentro de ella. Noto que está muy estrecha y así confirmo que es virgen.
- Aaaah, señor, ayyy, más.... Rápido.... - Suplicaba entre jadeos y gemido que me volvían loco. Comencé a mover mis dedos lo más rápido que pude y sentí como se iba a venir.- Señor.... Estoy... por venirme... aaah.
- Si pequeña.- Saqué mis dedos, comencé a besarla y en pocos minutos se había corrido por segunda vez en mi boca. Mientras ella jadeaba y se recuperaba introduje mis dedos en su vagina para recoger sus fluidos y los puse en su boca para que los saboreara. Luego comencé a besarla y a dejarle marcas por todo el cuerpo. No iba a penetrarla hasta que me lo suplicara.
- Señor, hazlo- Jadeba
- ¿Que quieres que te haga pequeña?- le preguntaba
- Penetrame- Dijo con una risita coqueta.
- ¿Segura pequeña?
- ¡Si señor, hazlo ya!- con un tono desesperado. Saqué un preservativo de mi mesita de noche y me quité los bóxers. Pude ver su cara de asombro y de susto a la vez.
- No te asustes, hermosa- le dije para tranquilizarla.
- Señor... es bastante grande... no creo que...- La interrumpí besándola.
- Todo estará bien pequeña, llegaremos hasta donde puedas. Ven, pónmelo.
- Yo nunca... Yo no se...- decía nerviosa
- Solo ponlo en la punta y deslízalo hasta abajo. Así mismo pequeña, ya está.- la tiré a la cama, le abrí las piernas y comencé a frotar mi pene contra la entrada de su vagina. Ella comenzó a gemir nuevamente.
- Señor, hazlo.... Ahhhh.... Pero... tenga cuidado.- decía entre gemidos
- Seré súper cuidadoso, pequeña. Comencé a introducir mi pene, lo sacaba, lo introducía más, y lo repetía hasta que entró por completo.- Ya está adentro, pequeña.
- Ayyy señor, gracias.-
- Es la primera vez que me dan las gracias por quitarle la virginidad.- Digo riéndome, que niña extraña.

El mejor amigo de mi padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora