POV Alejandro
Dios mío, Jennifer si que es candente. Me encanta como gime y me suplica que no pare. En ese momento me doy cuenta que ella no es nada tímida y me atrevo a apostar a que tiene deseos sexuales y se los voy a cumplir
- Dime cuáles son y te los voy a cumplir.
- Hazme tuya señor, hazme venir una vez tras otra. Hazme el amor toda la noche.- Dice y procede a gemir en mi oído.
- Te haré mía, haré que gimas mi nombre y me supliques para que esté dentro tuyo.- Le beso el cuello mientras ella me dice que la haga mía. Bajo nuevamente y le beso esos deliciosos y perfectos pechos. Sigo bajando hasta su abdomen para introducir mis dedos dentro de ella. Pero antes de eso los pasó por los alrededores, la acaricio y le doy besos.
- Señor por favor, tóqueme ya- me dice en un excitante gemido.
- Lo que diga mi pequeña. Y comienzo a introducir dos dedos dentro de ella. Noto que está muy estrecha y así confirmo que es virgen.
- Aaaah, señor, ayyy, más.... Rápido.... - Suplicaba entre jadeos y gemido que me volvían loco. Comencé a mover mis dedos lo más rápido que pude y sentí como se iba a venir.- Señor.... Estoy... por venirme... aaah.
- Si pequeña.- Saqué mis dedos, comencé a besarla y en pocos minutos se había corrido por segunda vez en mi boca. Mientras ella jadeaba y se recuperaba introduje mis dedos en su vagina para recoger sus fluidos y los puse en su boca para que los saboreara. Luego comencé a besarla y a dejarle marcas por todo el cuerpo. No iba a penetrarla hasta que me lo suplicara.
- Señor, hazlo- Jadeba
- ¿Que quieres que te haga pequeña?- le preguntaba
- Penetrame- Dijo con una risita coqueta.
- ¿Segura pequeña?
- ¡Si señor, hazlo ya!- con un tono desesperado. Saqué un preservativo de mi mesita de noche y me quité los bóxers. Pude ver su cara de asombro y de susto a la vez.
- No te asustes, hermosa- le dije para tranquilizarla.
- Señor... es bastante grande... no creo que...- La interrumpí besándola.
- Todo estará bien pequeña, llegaremos hasta donde puedas. Ven, pónmelo.
- Yo nunca... Yo no se...- decía nerviosa
- Solo ponlo en la punta y deslízalo hasta abajo. Así mismo pequeña, ya está.- la tiré a la cama, le abrí las piernas y comencé a frotar mi pene contra la entrada de su vagina. Ella comenzó a gemir nuevamente.
- Señor, hazlo.... Ahhhh.... Pero... tenga cuidado.- decía entre gemidos
- Seré súper cuidadoso, pequeña. Comencé a introducir mi pene, lo sacaba, lo introducía más, y lo repetía hasta que entró por completo.- Ya está adentro, pequeña.
- Ayyy señor, gracias.-
- Es la primera vez que me dan las gracias por quitarle la virginidad.- Digo riéndome, que niña extraña.
ESTÁS LEYENDO
El mejor amigo de mi padre
RomanceJennifer, una joven de 21 años que se siente atraída por Alejandro, el mejor amigo de su padre. Jennifer se queda en casa de Alejandro por dos semanas y allí es que comienza su historia de lujuria y pasión. Esta es una historia para mayores de 18 po...