Capítulo 8

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POV Alejandro

Esta mujer me vuelve loco, sus gemidos, sus jadeos, todo de ella me excita. Nos seguimos besando y ella se me engancha encima. Ahora ella tiene el control y eso me fascina.

- ¿Donde están los preservativos?- Dice con un tono autoritario. No puedo ni hablar, le señalo la mesa de noche y ella lo busca. Lo pone y se sienta encima. Comienza a montarme y a brincar encima de mí.
-Pe... Peque... aahhh... Pequeña....
- ¿Te gusta así, Alejandro?- me dice y comienza a moverse más rápido.
- aahhhh.... Siiii...- de pronto se detiene.- ¿por qué paras?
- Dime que eres mío
- No haré eso.
- Esta bien.- Saca mi pene y se levanta para irse.
- ¡Espera! Maldición Jennifer. Esta bien, lo diré.
- Así me gusta, señor.- Dice con cara coqueta y una risa malvada. La halo hacia mí y comienza a besarme. Me tira en la cama y noto que tiene en control otra vez. Se monta encima de mí y sigue moviéndose de arriba abajo, sus tetas brincan al igual que ella.- Ahora, dímelo.
- ¡Joder!
- Hazlo.- y siguió moviéndose más rápido
- Aahhh, pequeña..... Mmmmm. Soy... soy tuyo.... Aaaaahh... Jennifer me voy..... me voy a correr.
- Si, Alejandro, córrete para mí- Pero rápidamente sale de mi, me quita el preservativo e introduce mi pene dentro de su boca.
- Uuuuf.... Pequeña... Aahhhhh.- Ella comienza a succionar y besar mí miembro pero no puedo aguantar más, así que me corro dentro en su boca. Con los dedos limpia un poco de semen que quedó y los lleva a mi boca. Lamo los dedos por completo y veo su cara de satisfacción.
- Que rico sabes, Alejandro.- Dice y me sigue besando. Yo se que todavía está muy caliente pero ya no puedo más.
- Pequeña, mañana es otro día, descansemos. Te prometo que por la mañana te haré lo mismo. No me he olvidado del castigo. Te haré lo que yo quiera hasta que digas que eres mía.
- Me encanta la idea, señor.- se ríe y veo cómo se levanta de la cama.
- Quédate, por favor.- le digo tomándola del brazo. Ella se ríe y se acuesta en mí pecho. Yo no podía dejar de pensar en lo rico que estuvo. Al final nos quedamos dormido.

El mejor amigo de mi padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora