La enorme y tallada estufa se encendió de golpe.
Narcissa se dio la vuelta y antes de que ingresaran dejó una montaña de papeles a medio firmar, sobre el sillón.
El olor era nauseabundo, ¿Acaso la red estaba obstruida?, pensó Cissy, apretando su nariz con dos dedos. Momentos después, frente a sus ojos, Bella hizo acto de presencia en compañía de... ¿una mendiga sacada de un basural?, exclamó en silencio.
—¿Bella? ¿Cómo se te ocurre ingresarla por aquí?—chilló con cara de espanto al ver su elegante alfombra a punto de ser arruinada.
—¿Y por donde querías que la trajera?—replicó la azabache, haciendo un mohín de disgusto.
—Ahora da igual—bufó, dándose la vuelta—. Sácala, y que Silvia se encargue—dijo con asco, agitando su mano, queriéndola fuera de su vista. Pero sobre todo de su olfato.
—¡Camina, escoria!—ordenó Bella, tomando a Hermione del brazo y empujándola hacia la puerta, a su derecha.
Narcissa se dirigió a su estudio para tener un momento de tranquilidad. Dolores le había dejado los nervios de punta y sólo un buen vaso de coñac solucionaría el asco que sentía en la boca de su estomago. Ni de broma dejaría que esa arpía pisara su elegante Mansión, rechinó en su mente. Ya tendría que hablar con Bella y ver de qué manera lo solucionaban, antes del fin de semana. El Lord, había convocado una reunión con sus más allegados, y suponía que Dolores sería la primera en tocar el timbre....Bueno, por lo menos su hermana había conseguido a la sangre impura. Eso ameritaba una debida cena, sonrió a penas, cerrando la puerta del estudio. Por el momento, su preocupación por cierta persona vestida de rosado quedaría relegada, por lo menos, por esta noche.
—¡Ama! ¿Qué puedo hacer por usted?—se apresuró a decir Silvia, al ver que Bellatrix atravesaba el umbral de la puerta de la cocina y en compañía.
La esclava secó sus manos en el delantal que llevaba puesto, cubrió las verduras que estaba cortando con una tela fina y se acercó rápidamente, inclinando su cabeza en señal de respeto y sumisión.
—¡Ocúpate de ella!—ordenó, empujando a Hermione dos pasos al frente para que la viera.
—¿Qué quiere que haga exactamente?—preguntó respetuosamente.
—Aséala y colócale el primer trapo que encuentres,—bramó, observando con repulsión su nueva adquisición. Se tomó el mentón, pensativa, y luego agregó—. Asegúrate que quede rechinante de limpia...si llego a encontrar una minúscula mancha en su cuerpo le harás compañía a Suna y Milena por un tiempo prolongado—amenazó lento y pausado, deleitándose con los gestos de la esclava. Sus palabras habían surtido efecto de inmediato—. Cuando termines, llévala a mis aposentos. Ah, y de paso comunícale las reglas básicas. No quiero sorpresas...tú me entiendes—susurró, mostrando sus dientes.
—Sí, ama—dijo sin perder la postura. Sabía perfectamente de lo que hablaba Bellatrix. Las faltas de respeto se pagaban muy caro en esa casa.
Bellatrix estiró su brazo y tomando entre sus dedos el descuidado cabello de Hermione lo zarandeó de un lado a otro, negando con su cabeza:
—Si no puedes con su cabello...rápalo—habló, riendo y soltándolo bruscamente, haciendo que la cabeza de Hermione se inclinara hacia delante como un vaivén.
—Como ordene.
Hermione en ningún momento emitió sonido, había soportado los empujones, puntapiés e insultos. Su cerebro funcionaba como en piloto automático. El sueño y el estrés físico la había sobrepasado y ahora se encontraba en un estado de semiinconsciencia, donde sentía las cosas a su alrededor , pero no como una persona con sus cinco facultades.
![](https://img.wattpad.com/cover/318550658-288-k741814.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Esclava Corazón en cautiverio
RomanceBueno no mucha. Recomiendo ingresar a la historia si quieres saber de qué trata. Si el contenido no es de tu agrado, por favor abstenerse de leer.