7|VISITA INESPERADA|

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— ¿Te ha invitado a salir en serio? —pregunta Kyouhei sentado en un banquillo alto frente a la isla de la pequeña cocina de nuestro departamento.

— Es una especie de disculpa —respondo sin darle tanta importancia.

— ¿Una disculpa? —suena confundido.

— Lo que sucede es qué ésta medianoche que ha pasado se ha comportado como un verdadero hijo de puta.

—¿Acaso no lo es?

Miro a Kyouhei de mala manera. Sé que Midas no le agrada. Pero eso solo es porque no lo conoce. Nunca lo ha visto en persona, ni ha hablado con él. Además, le tiene un miedo intenso. Supongo que la reputación de Midas tiene mucho qué ver en ésto.

— Quizás lo sea a veces. Pero eso es algo normal. A veces se necesita ser bien hijo de puta para que las personas no pasen los límites con uno —menciono levantándome del otro banquillo al otro lado de la isla de la cocina.

— Entiendo... Entonces. Pero supongo que en ésta ocasión su comportamiento no te agradó. Si él pretende llevarte a salir como una disculpa, debe ser por una razón en específico.

— Sí, bueno. Supongo que anoche las cosas se salieron un poquito de control en el club —hago un mueca de disgusto al recordar lo sucedido—. La personalidad de Killer Demon salió a la luz. No sé si eso estuvo bien o estuvo mal, honestamente. Ya que luego me enteré por medio de conversaciones ajenas en el club qué, las personas a las que él les disparó, eran otro sucio empresario corrupto de la ciudad y sus secuaces.

— Eso es lo que me asusta de ese hombre —señala Kyouhei—. Dios. ¿Cómo puede dormir sabiendo que ha asesinado a alguien?

— Una vez le hice esa misma pregunta de manera directa. Su respuesta fué: "No duermo tranquilo. Pero tampoco tengo un cargo de conciencia enorme. Después de todo, nunca he asesinado a alguien inocente. Siempre se trata de una rata asquerosa con demasiado sucio encima".

— Eso no quita que sea un asesino.

— Tal vez. Aunque siento que de alguna forma estamos protegidos con él. Es como si Midas hiciera el trabajo sucio de los que realmente deberían proteger Bornerweek.

— Bueno. En eso creo que sí tienes razón —admite—. Un momento — detiene mi andar hacia la sala—. Si él hizo las cosas "bien" con respecto a esa gente de anoche, entonces, ¿por qué demonios te llevará a salir como una disculpa? No tiene sentido.

— Ah, es que cuando me refería a que se comportó como un hijo de puta, fué conmigo —respondo rascándome el cuello con una sonrisa tonta en mi rostro—. Lo que sucede es que me desvié para echarte el chisme de lo que pasó a medianoche.

— ¡Skylar! —regaña—. ¿Y qué fué lo que hiciste para que él actuara así contigo? Nunca habías mencionado nada similar. Ya que hasta donde tengo entendido, te llevas muy bien con él. Es como tu hermano mayor, ¿o no?

— Algo así, creo. Pero en fin, lo que pasa es que él es algo maniático con ciertas cosillas. Entonces, como ayer las cosas se salieron de control; una compañera y yo fuimos a buscarlo. No parecía ser el momento adecuado. Eso lo molestó.

— ¿Y te trató mal cuando se molestó? — pregunta sorprendido.

— Un poco, sí. Obviamente yo me molesté muchísimo, por lo que después él estaba arrepentido —explico—. Nunca me había tratado así, por eso mi gran molestia y su disculpa.

— Vaya situación —dice de manera simple, pero parece pensar algo—. Ustedes me resultan tan extraños.

— ¿Por qué? — suelto confundida.

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