31|VAN KELLY|

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Luego de regresar de la mansión de Midas, días después, Faolan nos puso al tanto de todo a Kyouhei y a mí.

La movida de Midas fué más peligrosa ésta vez. Por esa razón, sus hombres y él no pudieron regresar antes.

Lo importante es que lograron arruinar los planes de la organización que dirige Solomon. Fué una odisea tratar de rescatar a todas las personas. Claramente, no todo resultó tan bien. Hubieron pérdidas irrecuperables, ya que no existía seguridad alguna. Pero al menos lograron recuperar con vida a gran cantidad de las personas dentro de aquél almacén. Éstas personas están ahora bajo la protección de Midas y también junto a muchas otras personas con las que al parecer el pelinegro lleva mucho tiempo trabajando o algo así.

El almacén fué destruído, y algunos de los secuaces de Solomon también.

No hubo rastro de los encargados de todo  el proyecto. Allí no parecía haber nada. El lugar fue investigado de pies a cabeza, pero no se encontró nada más que peones que solo callaron y fueron condenados por ese motivo.

Y como todo. Sin evidencia alguna, la ley no puede hacer nada.

Por fortuna, lo único que necesitamos para hundir a todos esos bastardos asquerosos, es la información que Kyouhei, Faolan y yo conseguimos. Toda la evidencia está ahí, en esas grabaciones y lo otro poco que Kyouhei y Faolan consiguieron hace poco al hackear documentos y archivos de una computadora de la oficina secreta del lugar en el que trabajan.

— Skylar. Está listo. El amo Midas ya tiene en sus manos el nuevo chip. Tiene todo en sus manos ahora, pero tengo entendido que no hará ningún movimiento tan pronto. Al parecer tiene algo planeado para las primeras semanas de febrero. El único detalle que sé es que asistirá a una reunión de la élite en la mansión de Arista Shannon —Faolan acaba de llegar al departamento. Y no pierde tiempo en informarme—. Ten—me entrega un collar que posee un diamante. Es el diamante real del broche—. Dijiste que querías quedarte con el diamante real, así que lo modifiqué para que lo lleves contigo en ésta cadena de oro. El diamante del broche es falso.

— Gracias.

— No me des las gracias tan rápido —interrumpe—. Necesito que consigas darle el broche falso a Damen lo más pronto posible. No sé si sea lo más adecuado, ya que el amo Midas no está al tanto de ésto. Pero me temo que aún hay pequeños detalles que son necesarios saber. Por esa razón, necesito una pronta  reacción de Solomon. Estoy seguro de que cuando se percaten de que el broche es falso, conseguiré lo que busco.

— ¿Estás seguro de lo que intentas? —cuestiono.

— Cierto. ¿No crees que eso sería hacer las cosas más complejas? —Kyouhei suena preocupado.

— Tal vez. Pero es necesario —parece pensarlo—. En tal caso, quizás lo mejor sería no involucrar a Skylar. No sabemos qué puede pasar. Yo encontraré la manera de hacer que ésto sucede.

Yo niego.

— No. No. Si necesitas mi ayuda, lo haré —digo con decisión—. Si ésto le conviene a Midas y es algo importante, lo haré. Solo debo encontrar la ocasión para toparme con Damen. Lo demás será pan comido, soy buena actuando. Yo le entregaré el broche.

— ¿Estás segura?

— Por completo. ¿Qué podría pasar? —doy un golpe sobre su hombro con suavidad—. Estamos en el bando de Midas. Supongo que eso nos protege un poco. Confía en mí.

— Tienes razón — parece recordar algo de pronto—. Ah, se me olvidó decirte. Kyouhei y yo fuimos despedidos hace poco.

— ¿Qué? Pensé que estaban de vacaciones.

NO TODO ES LO QUE PARECE ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora