9|ODETTE|

309 59 9
                                    

— Necesito que me ayudes a contactar a Odette —digo en dirección a Midas al entrar en su oficina en el Red Midnight—. Por favor.

— ¿Después de tres años vas a contactarla solo por ir a esa estúpida fiesta? — cuestiona con seriedad.

— No creo que la fiesta me resulte estúpida. No cuando tengo motivos serios por los cuales ir —le hago saber—. Además, Odette no es rencorosa por ese lado. Creo que sí dañara uno de sus zapatos favoritos, por eso sí me odiaría.

— Bien. ¿Entonces qué es lo que quieres que le diga? —pregunta sin verme a la cara mientras da una calada del cigarrillo entre sus dedos.

— Qué necesito su ayuda para asistir a un evento importante y necesito que traiga el vestido más impresionante que vea en mi armario. No he crecido mucho desde ese entonces, así que no habrá problema alguno.

— Yo puedo conseguirte un vestido. Si eso es lo que quieres. Lo demás puedes hacerlo tú misma, sabes hacerlo. O puedes pedir ayuda a algunas de las chicas del club.

— No aceptaré que me des un vestido. Y realmente creo que me gustaría ver a Odette.

— A mi no es como que me haga mucha ilusión verla.

En realidad no suena nada animado. Y su expresión lo dice todo.

— Se nota —menciono.

— Pero ya que me lo pides como un favor, iré a buscarla. Pero deberás arreglarte aquí en el club. Odette no puede ir a tu departamento y ni querrá hacerlo.

— Está bien.

— Luego uno de mis hombres te llevará a la mansión de Arista.

— Entendido, amo.

— Vendrás al día siguiente en la tarde. Tu tiempo perdido en la fiesta lo repondrás al venir a ayudar en la limpieza y organización del club. Luego te quedarás hasta el siguiente día como de costumbre.

Interesante. Está actuando de manera cortante.

— ¿Estás molesto, cierto?

— No. ¿Por qué?

— Eres demasiado obvio. Si no estuvieras molesto, no me dirías ésto. Pero está bien. Sé que el que seamos amigos no tiene nada que ver en nuestros asuntos de trabajo. Asumo mi responsabilidad.

— Es un hecho. Me parece inteligente de tu parte que lo entiendas.

— No pretendo decepcionar al amo. Hago mi mejor esfuerzo —respondo con ironía.

— Skylar.

— No te molestes. Dije que asumo la responsabilidad. Sé que tú no estás jugando. Yo tampoco lo hago, así que las cosas serán así.

— No tienes que venir en la tarde, no lo digo en serio.

— Oh, claro que vendré. Lo has dicho con demasiada seriedad para mí gusto. No deseo molestarte.

— ¿Intentas manipularne? —pregunta con curiosidad.

— Eso jamás. Quedaría como una estúpida si tratara de manipular a alguien como tú, amo. Me sale más fácil ser la tonta a la que manipulan —río bajo por mi pequeña desgracia—. O a la que le ven cara de estúpida. Pero bueno, es mi defecto. Ya lo hablamos —luego lo señalo—. Pero no te preocupes, yo sí no estoy molesta. Vendré a eso de las 5 pm junto con Bibi. Ella me agrada bastante, ayudarla será agradable.

— Es increíble — dice cubriéndose el rostro con una mano.

Ese gesto me resulta bastante... ¿Atractivo? Después de todo, sus manos son muy bonitas. Y, al llevar anillos, o algún reloj, siempre le dan un toque más llamativo.

NO TODO ES LO QUE PARECE ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora