💙Día 19🖤

13.8K 458 463
                                    

Tema: Sudoroso y caliente.

⚠️Situación actual⚠️

⚠️Probablemente esté fuera del canon de la serie, mención de necrofilia, mención de canibalismo, Rough Sex, Dacrifilia, Sobrestimulación, leve non-con, leve Bredding kink, fingering⚠️

Quackity se dirigía nuevamente al ayuntamiento, con el propósito de “hablar” con Luzu, en un intento por hacer que esté renunciará a su poder, pero definitivamente no esperaba ser estampado contra la pared una vez puso un pie en el recinto.

Luzu, quién ahora mismo le acorralaba, lo tomo de la muñeca y lo llevo hasta su oficina, justamente lo que Quackity quería desde el primer lugar. Una vez ahí, el castaño bloqueó las entradas y se dirigió a su asiento, esperando que el menor se sentará frente suyo.

Pero en contra de todo pronóstico, el menor se sentó en el regazo del mayor, sacando una pistola calibre 42 de sus pantalones y riendo con burla.

—Luzu, mi buen Luzu, ¿Tanto me extrañas que me has casi secuestrado de nuevo? Me halagas, pero creí que había sido claro en qué si intentabas secuestrarme, iba a dispararle a tu pito.

Luzu sonrió, a pesar de querer someter al menor en ese momento, dejo que hiciera lo que creía conveniente, pues esta vez había cruzado los límites.

Para tratar de controlar las manifestaciones en su contra y frenar al chico mexicano, había planeado una especie de secuestro, pero no contaba con que el menor se deshiciera de los 7 secuaces que había mandado.

Sus primos le habían dado el aviso y Quackity solo aprovecho la situación.

—si fueras menos “terco” y me dejaras hacer las cosas a gusto, nada de esto estaría pasando, Quackity.

—si fueras menos bla bla bla— se burló el menor provocando que Luzu le mirase con molestia, Quackity dirigió la punta de la pistola entre las cejas del mayor, este ni siquiera se inmutó —mi Luzu, ya te dije porque estoy aquí, además de que me traicionaste maldito hijo de la chingada, todavía tienes el descaro de querer mandar sobre mi vida, vigilandome las 24 horas, ¿Tanto te gusta sentir que tienes ese poder sobre mi?

—no se trata de una cuestión de poder, pero no entenderías mis motivos si te los digo.

—Luzuriaga, si siempre evitas mis preguntas es obvio que no te voy a entender, además en las elecciones te di la oportunidad de que me explicarás, pero no la tomaste, esta claro que no me dirás nunca— quitó el arma, siguió jugando con ella entre sus manos —pero admito que frustrar tus planes me es divertido, por no decir excitante.

—te estás metiendo en un sitio donde no tienes salida, no quiero lastimarte.

—¡Eso hubieras pensado antes de quitarme la única oportunidad que tenía para demostrarles que soy más que un niño idiota!— exclamó con molestia, levantándose de las piernas del mayor, quedando frente a él y recargandose en el escritorio —¿Acaso piensas que soy tan inocente? No me hagas reír, eres un imbécil como todos en este pueblo, creyendo que el dulce e inocente Quackity no haría nada, pero me obligaste a tener que mostrarte este lado, el verdadero yo que lo quiere todo, ¡Casi lograba tenerte entre mis manos! Pero tú maldito complejo de héroe solo caga todos mis planes.

Quackity estaba listo para disparar, pero el mayor tomo entre sus manos, ambas muñecas del menor, elevando sus brazos y empujándolo en contra del escritorio, el del gorrito gimió de dolor al sentir el golpe, logrando que suelte su arma.

—se que no eres del todo inocente, si vi que te enojaste cuando me negué a ser parte de tu gabinete, mostraste más molestia por verme más del lado de Sapo Peta, cuando lo único que tú querías, egocéntrico de mierda, es que pelearamos por ti— rie provocando un sonrojo en las mejillas del contrario —pero ves que nada sale como planeas.

30 Días de OTP +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora