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- I was stupid to trust you -

Samantha Saint.

Con simplemente ir a mi casillero ya podía sentir todas esas miradas en mí, susurraban cosas que no entendía, pero todas se referían a una sola persona: Samantha Saint.

No tenía ni la menor idea de qué se supone que había hecho para que todos y todas estén detrás de mí tomándome fotos con una mala cara.

-- ¿Qué tal? -- Fred llegó a mi lado.

-- Hola Fred -- saludé con mi vista en el casillero.

-- ¿Cómo te la pasaste ayer? escuché que muy bien -- sonrió divertido, yo no dije nada --. Sabes, Aidan te está buscando en la cancha, ¿irás?

-- Es que-...

-- No sabes las horas que él me ha estado pidiendo que te dijera porque le da pena decirte a ti en la cara. No sé en qué términos estén, pero por favor, ve con él o sino estaré escuchando sus quejas todaaas las horas -- juntó sus manos -- ¿Por favor?

No quería ir con él y hablarle sabiendo lo me va a decir, un estúpido "lo siento por ser tan imbécil" y tal vez esa disculpa no valdrá la pena después.

-- No, lo siento -- fue lo único que dije para seguir con mi actividad.

-- Sam, él en serio quiere decirte lo mucho que lo siente a lo que sea que haya hecho. ¿No le puedes dar aunque sea otra oportunidad?

La verdad, no iba a estar con ganas de escuchar lo mismo toda la mañana y ver lo idiota que podía ser pidiéndome perdón por lo que haya hecho.

Ya no quería estar ni un segundo más con él.

No dije nada con respecto a él, simplemente lo ignoré y seguí en mi acción.

-- Oye, la verdad, no sé qué pasó entre ustedes, ¿fue tanto cómo para que ni siquiera lo quieras ver? -- recostó su hombro en el casilleto.

Sí... O... ¿No?

-- Nunca lo quise ver. Pensé que podíamos ser amigos pero es mejor ni saludarnos -- fue lo único que dije para así ir a la materia que tenía asignada.

Estaba cien porciento segura en no querer volver a verlo. Tal vez solo debemos ser dos extraños vecinos que se siguen odiando. Tal vez así sea mejor para los dos.

O para mí.

Después de una clase muy aburrida, supe mi mejor amiga no podía venir por cosas personales según ella. Con fastidio regresé a mi casillero, cuando sentí dos toques en mi hombro.

Ese aroma se hizo llegar a mis fosas nasales. Ese toque que me daba electricidad por la nuca.

Era él.

--- Saint --- nombró mi apellido en un tono de voz esperando mi saludo.

¿Se lo dí? No.

--- Sam. En verdad lo siento por todo lo que pasó ayer. No estuve consciente de lo que decía y, en serio perdón si dije algo estúpido --- aunque tenía que aceptarlo, aquellas palabras me dolieron muy en el fondo. ¿Eso significaba que todo lo que dijo ayer fue mentira?

--- ¿Y por qué buscas mi perdón? --- me digné a ver esos ojos verdes llenos de tristeza y un semblante de angustia, pero eso no me hizo cambiar mi temperamento. Estaba molesta y a la vez confundida ---. Una vez dices que no, en otras dices que sí y otra vez dices no. ¿Qué es esto Gallagher? ¿Un estúpido juego? Pues lamento decirte que conmigo no jugarás así. --- me costó decir aquellas palabras sin derramar una lágrima de impotencia y a la vez de tristeza, pero alcé mi poca dignidad y solo salió un tono seco de mi parte.

--- ¿Juego? ¿En serio crees que esto es un juego? --- nos señaló a ambos ---. Sólo digo que no estoy seguro de lo que siento Sam. Pero-...

--- Nunca lo estás. Así pasó con Sara y con las demás. Nunca sabes lo que sientes.

--- ¿Cómo sabes eso? --- preguntó en susurro.

--- Lamentablemente somos vecinos Gallagher. Escucho hasta tus ronquidos desde mi cama --- lo miré fulminante, aunque en cualquier momento se podía salir una lágrima.

--- Sam, solo necesito que hablemos mejor y no aquí. Podemos-...

Un grupo de chicos pasaron a nuestro lado mientras gritaban que somos una linda pareja, que Gallagher en serio me amaba y yo a él, pero otros comentarios me hicieron enfadar más y quedarme confundida.

"Saint, no sabía que eras de ese tipo de chicas".

"¿Tú también te metes con dos?".

Lo primero que pensé en las razones de esas palabras fueron simplemente dos cosas: Gallagher y la fiesta de anteanoche.

Noté que Aidan bajó su mirada al oír aquello. Sospeché que algo malo pasó, yo ni siquiera me acordaba y él no me dijo nada.

--- Aidan... ¿Qué pasó en la fiesta? --- pregunté en susurro, literalmente tenía a más de cuatro manadas de puros estudiantes a nuestros lados.

--- Cuando estés desocupada me hablas, ¿sí? Me tengo que ir. Adiós Sam. --- dijo rápido y se fue, siquiera me dejó decir alguna palabra.

Y ahora sí tenía que hablar con él sobre lo sucedido. Y si me pongo a pensar bien, ¿cómo es que mi padre se enteró de la fiesta? Claro, eso debe de estar en el periódico de la escuela...

¿¡¡¡¡ESO DEBE DE ESTAR EN EL PERIÓDICO DE LA ESCUELA?!!!!

Con rapidez me dirigí a la carpeta, en donde básicamente están pegadas las últimas noticias sobre los estudiantes de esta preparatoria. Y justo lo que me temía, había una foto de mí con unas gafas de varios colores sosteniendo una cerveza y sonreía felizmente.

En ese momento quise matar a mi yo del pasado por aceptar esa "cena" con los padres de Gallagher, o al menos no haber ido por quedarme dormida. Pero no, Samantha tuvo que cagarla e ir a esa horrible casa la cual vivía su estúpido vecino.

Las risas no tardaron en llegar, las burlas crecieron y personas se unían más a la humillación de mi vida. Me sentía pequeña de repente delante de todos en ese instante, cada vez que veía esa foto y a mi alrededor me parecía patética a mí misma, que le parecía patética a mi papá, y claro, ¿por qué no le parecía de esa forma a Gallagher? Él también tenía sus razones para escribirme ese seco mensaje de olvidar lo que pasó y lo que me dijo. Aunque yo dije que también quería olvidarlo, me era difícil hacerlo. Me era difícil no llorar y parecer esa misma Samantha estúpida en creer que se llevaría bien con su vecino el cuál ha odiado toda vida.

Fui una estúpida, era una estúpida adolescente que lo único que quería era amor, quería atención de ese alguien. Pero no había nadie, y por eso soy una estúpida en creer que ese alguien sería Aidan Gallagher.

Y gracias por creer en ello, ahora estoy aquí. En los baños de la secundaria sin querer salir, sin querer ver a alguien más por el resto de la mañana.

Mi única salida era quedarme encerrada. Llorar e insultarme más veces de lo me merezco.

𝐈𝐍𝐋𝐘. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora