018.

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- Did you have fun playing that stupid? -

Sam.

En semanas siguientes (aproximadamente tres), todo fue un caos sorprendentemente extraño.

Pero primero, te contaré de todo para entrar en ambiente.

Después de darnos ese beso en el que los dos reaccionamos y yo no me quedé como una tonta estatua, fue como la puerta para sacar la incomodidad que ya había reinado entre nosotros. A partir de ese momento, todo fue cuento de hadas, historias de Wattpad que terminan con los protagonistas juntos y un felices para siempre. Yo, en todo el camino lo sentí como Cenicienta cuando se dió cuenta que ahora vivía en un palacio que estaba hecho con más de una tonelada de oro. Me fue bien, no lo podía negar, pero nunca pensé qué pasaría al día siguiente.

Nunca pensé que algo "malo" pasaría. Solamente fuimos él y yo. Estaba contenta, ya el sentimiento de vergüenza se había ido de mí, de igual manera que aquel recuerdo en la cafetería. Él era como una dosis para calmar todo lo malo que podía reinar en mi cerebro.

Al llegar a casa, papá se encontraba en la cocina. Él no se había dado cuenta que había salido con Aidan en ningún momento, aunque, sí me había ganado una discusión un poco fuerte. Me había preocupada después de relajarme en mi habitación, porque él se veía cansado, ya no estaba sonriente, estaba molesto, tal vez triste por una razón.

Y todo comenzó aquel día que me recogió en la casa de Aidan.

Él tenía ojeras que se le podían notar hasta China, sus ojos cansados e hinchados. Desde su expresión natural se notaba que la mente la tenía en todas partes, el estrés lo controlaba y sabía que ese señor no era mi padre. Era la ansiedad que lo consumía.

Sin duda, debería de pasar más tiempo con él.

Y con Aidan, las cosas iban muy bien, a decir verdad. A veces me costaba creer que aquel ser el que una vez lo odié tanto, ahora sería el que... me gustase hasta más no poder. No me quería escuchar como la típica niñita que está obsesionada con el primer chico que se encuentra, pero, mi corazón palpitaba más de cien veces muy rápido, mis manos estaban sudadas y mi único pensamiento fue él, siempre fue él.

Espero nunca arrepentirme de todo eso...

***

Ahora, todo lo que pasó el día siguiente.

Ya habíamos comenzado con cosas aún raras: papá no estaba en casa y no se encontraba en ningún lugar. ¿Me preocupé? Obvio. Digo, despertarte a las seis de la mañana y no ver a tus padres en ningún lado de tu casa y peor aún si no habían dejado ni una sola carta, te preocuparías, ¿no?

Lo llamé, le envié mínimo más de cuarenta mensajes y en ninguno respondía. La última vez que se conectó fue ayer a las nueve de la noche, justo cuando llegué con Aidan de aquel café.

No había alguien a quién preguntarle por él, no había nadie cercano a nosotros, al menos no en el país.

No tenía de otra que ir a el último día de la semana a clases con preocupación por él. Lo único que se me había ocurrido en la mente, era haber visto un cartel con mi nombre diciendo puras farsas, pero, así pasó, y ya te podrás imaginar las dudas en mi mente. De repente, el asunto y la preocupación de mi padre se fue por un momento, siendo reemplazado por la preocupación de lo que decía aquellos papeles en la pared.

𝐈𝐍𝐋𝐘. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora