- I never loved you... How can I forget those words? -Samantha Saint.
Los cuatro largos días eran parte de una eternidad en la que esperaba con ansias que acabaran.
Tal vez los tres no eran los peores, iba con Miles a muchos lugares desde que le dije que me iba a Alemania y no sabía cuándo regresaría, claro, él se entristeció pero me prometió llamarme para no perder la comunicación. Todos esos días eran partes de una sonrisa de extremo a extremo y en verdad le agradecía una y mil millones de veces en esos momentos.
Para papá no era algo que aún no podía procesar muy bien. Hoy en día me sigo preguntando el por qué tomó esa decisión, el por qué llamó a mamá para decirle que haga lo posible de convencerme hasta ir a Alemania, pero supongo que era algo de lo que le tuve que agradecer, porque sin ver, ese lugar me hacía daño, ese ambiente y esas personas también. Quiero creer que lo hizo por mí bien y que aún me quería.
Llegó el cuarto día, ese día en el que tenía que irme preparada y salir en el mediodía al aeropuerto. Sí, fue una dura despedida que tuve que darle a mi hogar de años, aún seguía teniendo lágrimas, pero lo acepté.
Y aunque costó, eso era lo mejor, aceptarlo.
El taxi estaba a menos de cinco minutos de llegar, y cuando menos lo creí, ahí estaba Gallagher, saliendo de su casa muy sonriente con unas galletas en una pequeña canasta. El frió acechaba en toda la ciudad y abrigarse era lo mejor que alguien podía hacer, pero él... él estaba escondiéndose de alguien, o algo.
No, por esos cuatro días nunca más supe de él ni lo veía en su ventana, tampoco en la puerta de su casa y ni siquiera sabía si seguía yendo a la preparatoria o no. Por eso, creí que despedirme de él sería un lindo gesto.
Creí.
---- ¡Aidan! ---- lo llamé esperando un saludo de su parte, en cambio, me miró, arrugó sus ojos y vino hacia mi dirección en un paso rápido.
Veía a sus alrededores y justo cuando estuvo delante de mí, exhaló, haciendo que el olor a cigarro esté perturbando casi toda mi cara.
---- ¿Por qué gritas así? Espantarás a los demás vecinos. ---- susurró aún viendo detrás de él.
---- Tú... ¿Acaso fumas, Gallagher? ---- pregunté extrañada, él me hizo señas desesperadas para que baje la voz.
---- Si no me vas a decir algo importante, entoces me iré. ---- de mala gana habló. ¿Aquello me confundió? Sí, más de lo que creía.
---- ¿Y por qué esa actitud de la nada? ¿Pasó algo? ---- lo miré de abajo arriba. Algo no estaba bien.
---- Lo que pasa, Samantha, es que tengo cosas que hacer y no estoy para tus estupideces en estos momentos, ¿entiendes? ---- se veía ahogado cada vez que hablaba, como si hablar conmigo era una perdida tiempo.
---- Es que, no entiendo, ¿por qué eres así? ¿Te hice algo que...---- y antes de seguir hablando, él lo escupió.
Escupió las palabras que más habían dolido, que jamás las olvidaría.
---- Eres esa misma chica tan necesitada, tan entrometida y tan... ¡Odiosa! ---- alzó más la voz. Las personas que pasaban nos veían y seguían. Era algo igual de vergonzoso ----. ¡Siempre lo fuiste!
En mi mente no entendía nada, ¿de qué hablaba? ¿Por qué? ¿Hice algo malo?
---- ¿Por qué dices eso? ---- pregunté. Estaba más confundida que dolida, pero muy en parte también lo trataba de procesar y entender, sin embargo, nada de sentido traía ----. Oye, perdón si te hice algo que no te gustó o si hice algo mal, yo...
---- ¿Pides perdón porque crees que aún me gustas? O la mejor pregunta es, ¿cuándo me gustaste?
Definitivamente no sabía qué era más doloroso, si ese Aidan era el que me hablaba, o sus palabras.
---- No... no entiendo, ¿qué es esto? ---- lo miré a los ojos, dispuesta a tener una respuesta, dispuesta a escuchar toda su mierda ----. ¿Nunca te gusté? O... ¿Nunca...
---- ¡Yo nunca te amé, métete esa mierda en la cabeza, Samantha! ---- sabía que si esto era parte de una caricatura, sus ojos podían estar en llamas ----. ¡Nunca me importaste, y todo lo que te dije era simplemente pura estupidez!
Bien, paremos un poco el tiempo, paremos las emociones, los sentimientos y el odio sobretodo. ¿Qué carajos estaba pasando? Mi cabeza estaba en las palabras de Aidan, mis ojos en sus expresiones y mi poca alegría en el quinto culo del mundo. No había cerebro para esto ahora, no podía procesarlo, no podía pensar en nada. En ese momento, no estaba entendiendo del todo.
El primer sentimiento era confusión y una vez que llegué al avión, había aún entendido sus palabras. Él ya me había olvidado como aquella chica a la una vez amó, aquella chica a la que besó, aquella a la que se refería como Sam y no Samantha. Y dolió más porque realmente nada de eso era verdad para él, pero hizo que fuera verdad para mí.
Siempre me odió, hasta las veces que dijo un "me gustas", hasta las veces que me hacía sonreír, hasta las veces que yo misma me quedaba despierta entre mis pensamientos, confundida por él, confundida por lo que sentía, confundida por esos ojos verdes, ese cabello castaño, esa sonrisa encantadora y ese trato tan cálido, para que a la final, simplemente fuera en vano. E incluso el dolor.
Él me amó para destruirme de la forma más dolorosa, como nunca antes lo habían hecho.
Supongo que ese Aidan nunca existió en verdad, supongo que esa sonrisa nunca fue realidad.
Y era triste, porque a la final, él nunca me amó como yo lo había hecho por él. Y sí, fue una despedida dolorosa, pero era cierta después de todo.
Creo que prefiriría irme sabiendo que él siempre me odiaba, a que tener ese pensamiento de él y estando esperanzada en volver a verlo otra vez, porque aunque dolió, la forma en la que me hizo abrir los ojos, era una forma muy realista, era como un "nada de qué reflexionar, sólo vete y ya".
Entonces sí, irme fue lo mejor después de todo.
Aunque olvidar esa frase no sería fácil:
"Yo nunca te amé".
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𝐈𝐍𝐋𝐘. [✓]
Fanfiction𝖠𝗂𝖽𝖺𝗇 𝖦𝖺𝗅𝗅𝖺𝗀𝗁𝖾𝗋. | 𝖨𝖭𝖫𝖸. "Lamentablemente vecinos" o así es como ellos lo describirían. Dos chicos que se odian, hasta el grado de querer hacerse bromas de mal gusto, molestar en la ventana del otro y hacer todo lo que sea para hac...