No puedes huir de mi

Capítulo 14

Miércoles, 15 de marzo, 15:10 horas.

Jungkook miró el rótulo de la tienda y exhaló un suspiro. Era el tercer establecimiento de Hongdae Electronics Market que visitaba en Busan y sus alrededores. La siguiente tienda más cercana estaba en Gimhae, a una hora de distancia.

—Comete tres delitos graves y te condenarán a cadena perpetua —masculló, y Namjoon puso mala cara.

—Pero a veces a la tercera va la vencida, Jungkook.

—Sí, sí. Deja de fumar y veremos si estás tan eufórico.

Él cada vez estaba más desanimado. A cada hora que pasaba sin detener a Im, aumentaban las posibilidades de que algún calenturiento viera a Jimin en una página web. No quería tener que decirle que habían fracasado y ver su mirada llena de preocupación.

Entraron en la tienda y se dirigieron al mostrador, donde un hombre fornido clasificaba piezas. El nombre que aparecía en su polo junto al logotipo de Hongdae Electronics Market era Ian.

Kim depositó en el mostrador la fotografía de Im y Jungkook vio que Ian se sorprendía.

—Im ya no trabaja aquí —dijo, y se volvió hacia la pila de piezas diminutas.

Kim se apoyó en el mostrador.

—¿Por qué?

El hombre sacó un montón de bolsitas de plástico y se dispuso a introducir una pieza en cada una.

—Porque el jefe lo despidió.

Jungkook puso la mano sobre las bolsas e Ian levantó la cabeza irritado.

—Tengo que meter todo esto en bolsas antes de terminar el puto turno, ¿vale?

Jungkook se inclinó hasta que estuvo a pocos centímetros de la narizota del hombre.

—Estamos investigando un homicidio, señor. A mí me trae sin cuidado que termine o no de llenar las bolsas, pero le aseguro que no lo hará si no nos atiende ahora mismo. Responda a la pregunta. ¿Por qué despidió su jefe a Im Taesan?

El hombre abrió los ojos como platos.

—¿Homicidio? ¿Ha matado a alguien?

—Nosotros no hemos dicho eso —aclaró Jungkook—. Es posible que conozca a quien lo hizo.

Ian suspiró y bajó la voz.

—No queremos que se sepa nada de esto.

Jungkook y Namjoon se miraron.

—¿Robó? —preguntó Kim.

Ian negó con la cabeza.

—Peor. Encontramos cámaras en el lavabo de señoras. El jefe investigó a Im y descubrió que había mentido al rellenar la solicitud. Dijo que no lo habían detenido nunca, pero en realidad había estado en la cárcel por... —Se inclinó hacia delante susurrando—: espiar a las chicas en un instituto.

—Ya lo sabemos —dijo Kim en tono insulso—. ¿Es que no comprueban los antecedentes?

Ian se sonrojó.

—Sale muy caro —respondió.

Ellos comprendieron lo que había pasado.

—Su jefe quiso ahorrarse un dinero y la cosa le costó cara —soltó Jungkook.

Ian le dirigió una mirada feroz.

—Algo así.

—¿Y cuánto hace que despidieron a Im? —preguntó Kim.