No puedes huir de mi

Capítulo 19

Jueves, 16 de marzo, 19:15 horas.

Jungkook lo rodeó con el brazo al verlo vacilar frente a la puerta donde estaban velando el cuerpo de Dong Hae.

—¿Listo?

Jimin asintió con un gesto rápido y rotundo.

—Creo que sí.

Pero estaba temblando.

—Acabemos cuanto antes. Luego nos iremos a casa y dejaré que tu padre me dé una paliza.

Jimin se echó a reír, que era lo que él pretendía.

—Espero que no lo haga.

Un hombre de negro les señaló una sala llena de varones trajeados y mujeres con elegantes vestidos. «La flor y nata de la alta sociedad de Busan», pensó Jungkook al reconocer entre los asistentes a varios de los invitados a las celebraciones de gala que el padrastro de Shin Hye solía ofrecer.

Cuando entraron la sala quedó sumida en el silencio, las conversaciones se fueron interrumpiendo hasta que solo se oía la música clásica procedente de los altavoces. Una mujer de aspecto frágil se apostaba a un lado del ataúd de caoba, acompañada de los hijos de Dong Hae.

—¿Quieres que vaya contigo? —preguntó Jungkook.

—No, quédate aquí. Tengo que decirle una cosa pero no tardaré.

Abrazó a Hyuna y le susurró unas palabras al oído. Ella guardó silencio y las lágrimas empezaron a rodarle por las mejillas a la vez que su trémula boca esbozaba una sonrisa. Jimin, también con los ojos llorosos, regresó al lugar donde Jungkook lo esperaba.

—¿Qué le has dicho? —preguntó Jungkook, y deslizó la mano por debajo de su pelo.

—Le he comunicado que lo último que dijo Dong Hae es que la amaba. Ella ya lo sabía, pero necesitaba oírlo.

—Entonces me alegro. —Mirando por encima de la cabeza de Jimin escrutó la sala—. ¿Conoces a alguien?

El miró alrededor.

—A muchas personas, pero a nadie que me odie.

—Quedémonos un poco más —le susurró él al oído—. Quiero ver quién aparece. Yo me quedaré aquí a observar. Tú ve con la gente.

El primero que apareció fue Kim Namjoon. Con su traje arrugado parecía Colombo en un club social.

—¿Has rastreado la llamada de Mina?

Jungkook miró a Jimin que en ese momento hablaba con el alcalde. El alcalde. Mierda. Se acordó de Shin Hye. El hecho de estar entre tantos buitres lo estaba poniendo nervioso. Se centró en la pregunta de Kim.

—Sí. Ha llamado a una empresa llamada Brewer, Inc. Está registrada como importadora de cerveza.

—Qué interesante, porque justo después de hacer esa llamada Mina ha ido a un piso que no era el suyo, pero al parecer no había nadie. He hablado con la casera y me ha explicado que el propietario es un hombre llamado Song. Me ha dicho que es investigador privado y lo ha reconocido en la fotografía que le hemos mostrado.

—¿Para qué querría Mina hablar con un investigador privado? Entendería que fuera a ver a un abogado, pero no a un investigador privado.

—No lo sé. La casera me ha dicho que vio a Song ayer por la mañana pero que no ha regresado desde entonces. Tiene un paquete para él pero no ha pasado a buscarlo.

—A lo mejor ha salido unos días.

—Podría ser, pero como tenía un presentimiento he llamado a la morgue. Acababan de recibir el cadáver de un hombre de la misma estatura y complexión que el investigador privado. Está quemado.