Capítulo 43

32 5 6
                                    

Thomas:

Vi a Dylan ser llevado a la fuerza y mi corazón se partió definitivamente, esa fue la escena más traumante que mis ojos pudieron ver. Lo más lindo fue que en cuanto pregunté sobre él, me respondió preguntándome por mí, restando importancia a sí mismo solo para saber sobre cómo estaba yo. Era la persona más buena del universo y no era justo todo lo que le estaba pasando, ¿encerrarlo de por vida por amarme e intentar darme una vida mejor? ¿Qué clase de delito era ese?

No pude más y caí de rodillas al suelo, donde lloré con fuerza y comencé una serie de puñetazos, estaba harto de que cuando al fin podía ser feliz todo se iba al carajo, y peor aún tener que lidiar con el hecho de que Dylan estaba sufriendo y todo era culpa de mi familia. Sentí unas manos detener mi flagelación, levanté la mirada y apenas pude ver a Kaya frente a mí gracias a las lágrimas acumuladas en mis ojos. Ella también sollozó y me abrazó con fuerza.

-Tranquilo, Tom, no te hagas daño -me susurró al oído con la voz quebrada.

-No... es... justo -dije entre sollozos sin dejar de mirar el piso-. No... merece estar... aquí.

-Te ayudaré a sacarlo, ¿ok? Buscaremos la forma -asentí con la cabeza y la abracé para llorar sobre su pecho-. Todo pasará, Tommy, descuida.

-Brodie, Kaya, vámonos -ordenó mi madre, yo no hice nada más que mirarla con rabia desde los brazos de mi amiga.

-¡No quiero ir contigo! -le grité con toda la fuerza que tenía-. ¡Arruinaste mi vida! ¡¿Qué clase de madre eres?!

-¡Solo hago lo mejor para la familia! -tomó mi mano y tiró de ella para separarme de Kaya-. ¡Y ya cállate, vámonos de una maldita vez!

Decidí no hablar más y dejar de pelear con ella, pues era una pérdida de tiempo hacerlo. Kaya caminó a mi lado y tomó mi mano para darme seguridad, me miró y luego su mirada regresó al frente. Caminábamos en silencio hasta llegar al auto, donde no vi ni a Jaime, ni a mi padre.

-¿Y mi papá y Jaime? -pregunté curioso y aún con lágrimas frescas en mis mejillas.

-Todavía tienes el descaro de preguntar -musitó encendiendo el auto.

-¿Y ahora esto también es mi culpa?

-¡Sí, imbécil! -giró y me gritó-. ¡Tu padre sufrió un infarto cuando se enteró de tus suciedades y ahora está en cuidados intensivos en el hospital!

Mi boca se abrió lentamente mientras mi labio inferior temblaba, no podía ni sabía qué decir frente a eso.

-¿Ahora entiendes por qué te alejé de él? Necesitas tener una vida normal y no causar problemas.

-Pero, mamá...

-¡Por respeto a tu padre enfermo, cállate ya! -ese grito fue suficiente para que yo dejara de hablar.

Apoyé mi cabeza en la ventana y ahí comencé a llorar gracias a un sollozo que salió desprevenido de mi boca, ya no sabía qué otra desgracia podía pasarme. Sentí una ligera caricia en mi mano, giré mi cabeza y vi a Kaya mirándome con preocupación y apoyo a la vez. Cuando vi su leve sonrisa, algo de tranquilidad llegó a mí, mas esta desapareció en seguida al recordar la realidad. Abrió sus brazos y yo me recosté sobre su pecho para llorar en silencio todo el viaje hasta que llegamos a casa de mi amiga para dejarla sana y salva. Me despedí de ella con un gran abrazo y ella me susurró las siguientes palabras: "Llámame en cuanto estés libre de Tasha, por favor". Asentí levemente y ella fue a su casa después de agradecer a mi madre por convertirse en su chofer en ese momento.

Nadie dijo nada en todo el camino, ni menos cuando entramos. Permanecí estático en la sala, mirando a la nada, pensando en cómo las cosas habían pasado tan rápido, en la mañana desperté al lado de Dyl y gracias a los ladridos de Freddie, y ahora estaba de vuelta en mi casa enorme, oscura y fría, tan destruida por mi culpa. Giré y vi a mi madre entrar, no sabía cómo mirarla, si sonreír falsamente o simplemente hacer un puchero, pero esa mujer no se merecía nada dulce en este momento. La miré serio durante varios minutos, intentando intimidarla.

We're millionaires (Dylmas) / Precuela de Dos Tontos Y Un BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora