Capítulo 29

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—¡Primer día y ya rompieron las camas! —la voz de la directora retumbó entre las cuatro paredes de su oficina—. Es que no logro entender. Puedo creérmelo del nuevo estudiante, pero de usted, señor Sangster —señaló a Tommy con una regla amarilla de madera—. Esto es inaudito.

Flashback:

—¡T-Tommy! —exclamé jadeando—. ¡Eres virgen, pero un tremendo!

Él no respondió, simplemente se dejó caer mientras cerraba sus ojos y abría su boca para respirar profundo, de seguro seguía con la sensación, y no lo culpaba. Sin embargo, verlo con la carita roja y el cabello húmedo sobre su frente, me llenaba de satisfacción.

Sonreí y me acosté a su lado para abrazarlo contra mi pecho, él se sobresaltó por la impresión.

—Dyl... deberíamos vestirnos y hablar sobre la cama...

—Ay ya mañana —dije cerrando los ojos y acomodándome en su cuello que olía tan bien.

—Dyl...

—Shhhhh —dije colocando mi dedo en sus labios—. Mañana lo resolveremos.

Antes de que pudiera cerrar los ojos y caer en un profundo sueño, el sonido de que alguien había tocado la puerta de la habitación me desvió de mis pensamientos. Rápidamente me incorporé y fui por mi ropa, Tommy imitó mi acción.

—¿Quién? —pregunté mientras aclaraba mi garganta.

—Ammmm, soy el guardia, escuché un ruido y quisiera saber qué pasó.

—Mierda —susurré—. ¡Un momento! —esta vez grité—. Vístete rápido, Tommy.

Thomas me miró con el pánico recorriendo su mirada, sin embargo, yo le hice una seña para hacerle saber que todo estaría bien.

Al menos eso creía.

Fin del flashback.

—Ya le explicamos que fue un accidente, entre juegos comenzamos a saltar y ¡boom! —expliqué simulando la explosión con mis manos—. Estábamos muy felices de regresar a clases, es todo.

—Sea lo que sea, deberán pagar los gastos. Y agradezcan que no los castigo, ¡pero la próxima vez que vuelvan a dañar los establecimientos de la institución, juro que les obligaré a limpiar los baños con la lengua! ¡¿Entendido?!

—Sí —respondimos al unísono.

—Ahora vayan a dormir, mañana deben estar despiertos para la inauguración.

Salimos de la dirección sin decir nada, ambos manteníamos la cabeza gacha mientras andábamos por el gran pasillo que conducía a las habitaciones. Como no puedo quedarme callado ni un segundo, sin querer solté una carcajada.

—¿De qué te ríes? —me preguntó algo serio.

—¡Rompimos la cama! —solté otra carcajada—. ¡Y tú sigues rojito! ¿Verdad que soy una bestia en la cama? —me lamí mi labio superior y le guiñé un ojo, como respuesta, él simplemente me empujó.

—Casi nos castigan por ese chiste.

—Ahhhh, pero pregunten a quién se le ocurrió saltar como conejo sobre mi zanahoria.

—Cállate, pueden oírnos —dijo cubriendo mi boca, por lo que lamí su mano—. Aggg, qué asco.

—Thomas, me agarraste el pilín y ahora te dan asco mis babas, qué irónico —reí mientras entraba a la habitación con él detrás de mí.

—Es diferente.

—¿O sea que cuando estás caliente no me tienes asco? —coloqué mis manos en forma de jarra mientras lo miraba y me acercaba a él.

We're millionaires (Dylmas) / Precuela de Dos Tontos Y Un BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora