Capítulo 12

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No podía levantarme del suelo a causa del shock que estaba experimentando en ese momento. ¿Ya está? ¿Todo había terminado por algo que yo no tuve la culpa?

Las risas de Garrett y Marshall se escucharon detrás de mí, su sonido se mezclaba con el del mar y mis sollozos. Si no fuese por ese par, de seguro Tommy y yo seguiríamos mirando el mar junto a la luna y las estrellas cuyo reflejo podía apreciarse sobre el agua.

Lentamente me levanté del suelo, giré mientras limpiaba mi nariz y cualquier rastro de lágrima en mi rostro. Miré con furia al par de hermanos que se burlaban de mí, y entonces actué, corrí hacia ambos y solté un buen puñetazo a la asquerosa cara de Garrett, a continuación, fui directo al estómago de Marshall.

—Vaya —musitó Garrett entre risas—. Hasta que al fin te paraste duro.

—Es un... imbécil —Marshall no podía respirar por el golpe que le di—. ¡Má...talo!

—Será un placer —entonces el mayor se me acercó con una enorme sonrisa dibujada en el rostro, de inmediato me puse en guardia para pelear, estaba lo suficientemente enojado como para no dejarme ganar, quería acabar con este imbécil y derribar cada diente de su asquerosa boca.

Narrador omnisciente:

Thomas caminaba a paso rápido entre los pasillos del hotel, con lágrimas en sus ojos y el corazón latiéndole a mil por hora por el terror que experimentaba: su vida corría riesgo por ese vídeo, sobre todo su reputación como Sangster, ¿qué iban a pensar sus padres de él? No era gay, y con eso posiblemente lo echarían de la casa. Y eso le pasaba por beber y hacerse el cool cuando sabía perfectamente que no era así; Thomas era el ñoño, el antisocial, no pertenecía a las personas que desperdiciaban su tiempo en fiestas, definitivamente no volvería a cometer algo así solo para encajar.

En cuanto llegó a la puerta de madera, la aporreó con fuerza y esperó impaciente hasta que le abrieran. Vio a Kaya abrir y mirarlo sorprendida por su llegada, de inmediato el rubio se lanzó a sus brazos y comenzó a llorar.

—¿Y a ti qué te pasó? —preguntó extrañada y correspondiendo al abrazo—. ¿Ya te dejó Dylan y por eso regresas?

—Perdóname —musitó sollozando—. Acaba de pasarme algo horrible.

—No puedo creer que seas tan interesado —ella rodó los ojos—. Pero soy toda oídos, háblame.

***

El pobre castaño apenas podía caminar. Garrett le había dado una paliza tan terrible que jamás creyó terminar en ese estado, no tenía idea de que el muchacho sabía boxeo y defensa personal, y ahora estaba tirado en el suelo sin poder levantarse, todo por hacerse el valiente.

Después de arrastrarse durante varios minutos, logró llegar hasta la entrada del hotel, donde afortunadamente encontró a Grey a punto de entrar al ascensor.

—¡Grey! —gritó con las pocas fuerzas que le sobraban, de inmediato el pelinegro giró en busca del sonido, cuando vio a Dylan no dudo en acercase a ayudarlo.

—¡Amigo Dylan! —exclamó colocando su brazo sobre sus hombros—. ¿Qué te pasó?

—Fue... —se detuvo un momento para escupir sangre—. Fue... Ga...rrett.

—¡Ese idiota! Dios mío, ven. Te cargaré hasta tu habitación y la de Thom...

—No por favor, no me lleves ahí —lo interrumpió y lo miró extraño—. Thomas me odia en este momento y no quiere verme, déjame dormir en tu habitación, por favor.

—¿Qué pasó entre ustedes dos? —preguntó mientras usaba todas sus fuerzas para cargar a Dylan—. ¿Se enteró del beso? —el castaño asintió mientras se sostenía del cuello de su amigo con firmeza—. Diablos. Era de esperarse, Blue me ha contado que Thomas es un poco... sangrón y homofóbico, ya sabes, el machito con la masculinidad frágil.

We're millionaires (Dylmas) / Precuela de Dos Tontos Y Un BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora