Capítulo 36

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Thomas:

—¿Tienes tu mochila, Dyl? —pregunté mientras revisaba que todo estuviera apagado en el cuarto.

—Sí —respondió desanimado mientras se me acercaba con mala cara hacia mí, no pude evitar reír al verlo así.

—¿Estás enojado? —me crucé de brazos frente a la puerta de entrada, él suspiró.

—Sí, de hecho, porque quería llevarte a las montañas a acampar y ahora no podemos.

—Cielo —hice un tierno puchero y coloqué mi mano detrás de su nuca—. Tenemos un montón de tiempo para ir hasta a la mitad del mundo, no te preocupes, ya tendremos oportunidad después, al parecer esto es importante para mi familia, así que debo ir. Y te necesito, no voy a aguantar estando allá sin ti.

—Ni yo, Tommy —sonrió ligeramente y me besó—. Vamos ya.

—Sí, sí, sí, tenemos mucho por viajar, adiós habitación, te vemos en cuatro días —dicho esto cerré la puerta y ambos fuimos hacia el parqueadero para esperar a Jaime.

—Avisaré a mi mamá que volveré a casa, me da mucha ilusión volverlas a ver —dijo mientras sacaba su celular y escribía un mensaje de texto.

—¡Eh, chicos! —la voz de Ki Hong a lo lejos llamó nuestra atención—. ¿Van a la ciudad?

—En efecto, mi estimado chinito, ciudad gótica nos espera.

—Mimimimi —mi amigo rodó los ojos.

—¿Qué fue eso?

—Así sonó tu comentario en mi cabeza, Dylancito —sonrió—. Bueno, ¿me pueden llevar? No tengo amigos y ustedes se van, por lo menos quisiera visitar a mi abuelita.

—Tú nos viste cara de autobús, mira que el nombre de Tommy no tiene nada que ver con el tren Thomas.

—Ándenle, puedo ir en la perrera por si quieren que no haga mal tercio.

—No podemos hacer nada en frente de Jaime —me encogí de hombros—. Está bien, Ki, puedes venir.

—¡Sííííííí! ¡Iré por mis maletas, no me tardo!

—Mugre karate kid, se salió con la suya.

—Dyl —lo regañé entre risas y lo abracé.

—¡Tommy! —la voz de Isabella retumbó en nuestros oídos.

—Lo que me faltaba —Dylan rodó los ojos y yo hice una mueca de desagrado.

—¡Mi amor! —chilló mientras se lanzaba a mis brazos y me plantaba un beso, pude sentir la incomodidad de Dylan a mi lado, me fue imposible no sentirme mal por él.

—Holaaaa —simulé emoción—. ¿Qué pasó?

—Pasa que tu madre nos citó esta noche y no me has dicho para irnos juntos.

Con el rabillo de mi ojo pude notar que Dylan volvió a rodar los ojos y se alejó de ambos.

—¿J-juntos? ¿No vendrá a verte tu padre?

—No, porque le dije que iría contigo —me sonrió y yo sudé frío.

—Ah... bueno... —no sabía qué decir, no quería que fuera con nosotros y que Dylan se sintiera incómodo, además, quería pasar el tiempo con él en el auto, y con Bella ahí, no lo conseguiría.

—¡Tom! —giré al escuchar la voz de Kaya a mis espaldas—. ¿Ya nos vamos?

—¿A-a dón-?

—Dylan, Ki y yo ya estamos listos, ¿no nos iba a llevar Jaime?

We're millionaires (Dylmas) / Precuela de Dos Tontos Y Un BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora