Capitulo 29: Una fantasia menos a la lista

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— Mikhail, quiero que entiendas una cosa. John además de mi amigo, es mi mentor en la música. Es el que me está ayudando a desarrollarme como cantante y violinista. No puedo cortar mi relación con él, solo porque tu quieres

Sacude la cabeza indignado

— Megan, yo quisiera que veas mas allá de las supuestas buenas intenciones de ese tío. John está enamorado de ti, se le nota de lejos. Quiere separarte de mi y lo  hará si tu se lo permites.

Lo miro, lo miro y finalmente respondo

— Dime una cosa, ¿Realmente que es lo que te preocupa?

Traga saliva y evadiendo la mirada masculla en voz baja

— No quiero perderte Megan.

Evita mi mirada a toda costa. Parece darle pena admitir lo que siente. Rozo mis nudillos en su rostro con el amor creciendo en mí como la espuma asalto su boca y el roce electrificante que produce su lengua al encontrarse con la mía me calienta. Pero no, siempre que intentamos hablar terminamos teniendo sexo y la charla se va al carajo. Culmino el beso con una mordida abrazando su torso

— Ya me tienes, no vas a perderme. — Juego con su corbata — John podría estar enamorado de mi como dices, pero eso no cambia nada entre tu y yo.

Con tono incomodo responde

— Ya has estado en su cama, eso me jode. Eres mía y solo te puede tocar quien yo elija

Acariciando sus labios con la yema de mis dedos picara sonrío

— Cuando tuve sexo con él, yo estaba en Italia y era soltera. Estar con John me hizo darme cuenta que sólo tu podrías llenarme, hacerme sentir mujer

Con tono seco y algo celoso pregunta

— Dime como fue..., ¿Que cosas te hizo mientras tenía sexo contigo?

Su pregunta me pilla por sorpresa

— Mikhail, ¿Porque preguntas tal cosa? Es..., es..., morboso lo que preguntas

— Contestame, ¿Que cosas te hizo? ¿Te tocó los pechos? ¿Te besó cierto?

— Mikhail, es estúpido que te responda eso

— ¡Tu solo responde!

Trago saliva

— Fue una noche, llegaba del Toscana y él estaba en su recamara. Los dos estábamos solos en la casa y yo necesitaba sexo, además quería intentar borrarte de mi mente. Entré a su recamara y sin darle tiempo a que reaccionara le pedí que me hiciera el amor  en su cama. Me besó y yo le deje mientras jugaba con mis pezones oprimiéndolos con sus pulgares. — Al ver su rostro descompuesto por lo que le he dicho me detengo

— Continua...—Ordena

— Pero...

— He dicho que continúes Megan

Trago saliva

—Me recostó en la cama con delicadeza y tras ponerse un condón me penetró con lentitud y libido me embestía con lentitud y dedicación. Besaba mis labios mientras yo gemía  y deseaba que me penetrara como solo tu sabes hacerlo, pero no lo logró. Llegó a su limite pero yo aun necesitaba mas, mucho más. Cuando se metió al baño sentí deseos de llorar, no había logrado nada con acostarme con él y solo conseguí no parar de pensar en ti.

Se queda callado, pensativo, y diría que cabreado. El silencio reina entre los dos. No me atrevo a hablar, tensa su mandíbula y su voz ronca suena

— Eres mía, solo mía Megan y ese hombre tuvo sexo contigo. — Me mira con posesión — ¿Te gustó su forma de tener sexo?

Patidifusa respondo atónita

Tuya Cuando Quieras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora