"Fool's Gold" || L.S

Capítulo 23 "Final"

—Sabía que no me creerías y veo que no me he equivocado —   Espetó el demonio con esa voz rasposa y fría. Él no lo hacía por hacer qué Harry supiera la verdad sino por verlo romperse en pedazos, por verlo llorar.

Harry contemplaba aterrorizado el cuerpo de Louis, el "hombre" lo dejó caer a los pies del rizado, sus lágrimas rodaron por sus mejillas y cayó de rodillas junto al cuerpo sin vida de Louis. El demonio caminaba de un lado a otro mirando la escena con burla, con sus botas aplastando las hojas y ramas secas del suelo húmedo.

Harry giró el cuerpo de Louis y lo acomodó sobre su regazo, su ropa estaba llena en sangre seca, su rostro estaba cenizo, parecía una estatua. Harry rompió a llorar sobre el pecho de Louis sonoramente, su pecho dolía y su corazón lo sentía pesado dentro de este, entrelazo sus dedos en la mano fría de Louis y la apretó dulcemente, el calor se había ido.

— Perdóname por no protegerte, boo — Sollozó con un nudo enorme en la garganta impidiendo le hablar.

Los planes que tenían se iban por la borda en un abrir y cerrar de ojos, un segundo estaba y al siguiente todo en lo que había creído, todo lo que había amado, había desaparecido y le aterraba la idea de continuar sin él, no quería hacerlo solo, no quería vivir sin él.

Despertar por las mañanas deseando levantarse e ir a buscarle, sentir sus dulces labios, mirarlo caminar a su lado y escucharle reír. Nada de eso sería posible. Mostrarle todas las cosas que Louis no había podido conocer, mostrarle lo bueno que puede llegar a ser el mundo si están juntos.

El atardecer estaba llegando poco a poco, y ahí sólo estaban ellos dos, Harry no había parado de llorar, sus ojos se encontraban bastante hinchados y rojos por el llanto, sus rizos color chocolate estaban despeinados y sorbía cada pocos segundos su nariz ahora roja. Sus labios formaban pucheros y su corazón ya no estaba, ya no lo sentía.

Durante la puesta de sol el cuerpo de Louis fue evaporándose de entre sus brazos como humo, mezclándose en el aire y Harry pensó que moriría, estaba perdiéndolo, estaba yéndose y lo estaba dejando solo. 

—¡NO! — Entró en pánico al darse cuenta de que se evaporaba en sus brazos y trató de sujetarlo más fuerte para impedir que este se escapara, pero le fue imposible. Louis desapareció dejándolo sólo.—LOUIS! BOO, NO ME DEJES. BOO, POR FAVOR. ¡LOUIS!

Se abrazó a sí mismo, como si quisiera evitar desmoronarse. Ni siquiera tenía las fuerzas suficientes para ponerse en pie y se quedó sobre sus rodillas, se inclinó hacía delante y su dejó su frente contra la tierra húmeda. Hecho un ovillo sobre el suelo, no paraba de llorar.

Su Louis se había ido.

6 Meses después...

Nada había cambiado, todo era cómo antes de que el ojiazul llegará a su vida. Todo parecía igual pero él no se sentía igual.

El sentimiento de vacío seguía presionando su pecho, las noches se habían vuelto interminables cuando el insomnio llegaba al igual que la falta de apetito. Y cuando Liam le preguntaba que ocurría él respondía que todo estaba bien, que sólo estaba cansado, cuando en realidad estaba hecho pedazos.

Había intentado salir con más personas pero al hacerlo sentía que traicionaba a Louis y daba marcha atrás. Había dejado de salir con sus amigos porque cada vez que lo hacía estos lo atosigaban con preguntas sobre su estado y él ya no quería seguir mintiendo y no quería contarles sobre Lou, ese era su secreto. Los chicos estaban muy preocupados por el rizado, de un día para otro había dejado de sonreír y ellos no sabían la razón, querían ayudarlo pero no sabían como y Harry tampoco se los permitía.

Harry se había cerrado completamente a los demás, no hablaba con nadie y si alguien le hacía una pregunta sólo respondía usando "Si" o "No" Sus padres habían estado ausentes por su trabajo durante casi un mes, justo cuando Harry perdía a Louis y Liam no había podido hacer mucho por su amigo, pues se ponía agresivo cuando alguien le preguntaba. Sólo decía que estaba bien, claramente no lo estaba. Su cuerpo había resentido bastante la depresión en la que Harry se hundió. Estaba muy delgado, y tenía grande ojeras debajo de los preciosos ojos verdes que hace ya un tiempo que habían perdido el brillo. 

Probablemente ya se hubiera suicidado de no ser por sus padres, ellos no merecían sentir lo que él estaba sintiendo en esos momentos. Pensó en su madre, en todas las veces que se había enfermado y ella se había recriminado y terminaba llorando y disculpándose con el rizado por no cuidarlo bien. Pensó en su padre, en aquellos momentos de su infancia donde su padre trabajaba muy duro para salir adelante y sentía que se los debía.

Aquella noche había regresado a casa hasta muy tarde, temblaba y no podía contener sus lágrimas. Pasaba noche tras noche sin dormir, durante el día ni siquiera salía de casa y cuando Liam, Niall o Zayn le iban a buscar nunca les atendía, luego de unos días estos llamaron a los padres del rizado pero ni siquiera ellos lograron que Harry les contara algo.

Habían hablado cientos de veces sobre que debía internarlo pero sus padres se negaban. Ellos sabían bien de que iban los hospitales así y prefería renunciar a su trabajo y quedarse a su hijo hasta que este mejorara, pero Harry no lo hacía, Harry no quería mejorar.

Louis estaba presente siempre en sus pensamientos, aunque intentaba hacer cualquier cosa para distraerse y no volver a llorar pero no podía. Simplemente era imposible apartar a su pequeño de su mente, su risa era como una melodía que estaba siempre presente, su voz mientras tatareaba una canción en un idioma que Harry desconocía y dudaba mucho que fuera un idioma conocido en el mundo. Su voz cuando susurraba en el oído de Harry porque temía que los árboles escucharan sus secretos y todas esas pequeñas cosas que hacía que Louis fuera perfecto. 

Trataba de decirse a sí mismo que todo estaría bien pero no lo estaba, cada día que pasaba se volvía tedioso y doloroso. Cada vez más difícil de soportar.

—Adiós, Liam. Adiós Niall, Zayn - Se despidió de sus amigos al salir de la universidad con un cálido abrazo, extrañamente sintió alivio, esa mañana se sentía bien a comparación de otros días en los que ni siquiera miraba a sus amigos y se resguardaba de la continúa lluvia que caía sobre la ciudad.

Durante la tarde decidió que iría al bosque, hacía tiempo que no lo hacía y al sentirse bien ese día, quiso aprovecharlo y darle un último adiós a Louis. Tomó las llaves de su auto importándole poco a la torrencial lluvia que caía, subió al auto y emprendió la marcha.

Los recuerdos llegaron a su mente, golpeándolo con fuerza y esta vez simplemente sonrió con nostalgia y un profundo amor a Louis. Un amor tan puro y tan grande que cualquiera pensaría que con el tiempo se acabaría, pero no era así, su amor por Louis crecía cada vez más y no podía ser expresado y pesaba. 

Las llantas del auto se sentía livianas sobre la carretera y el parabrisas se cubría totalmente con la lluvia impidiéndole ver la carretera, los limpia-parabrisas iban rápidamente de izquierda a derecha sin éxito en su trabajo. Harry no se preocupó en absoluto, había llegado a la zona del bosque donde escaseaban los autos y los árboles abundaban.

Sólo tardaría una hora, máximo. Quería despedirse de Louis y quizás así, él pudiera seguir.

Dio la última vuelta en la carretera y un camión cañero manejaba en su dirección, en el mismo carril, Harry tuvo el tiempo suficiente para apartarse pero algo llamó su atención, en el asiento del pasajero en el camión delante suyo iba Louis, Louis estaba ahí sentado viéndolo y sonrío cuando estaban a escasos metros y antes de que el rizado pudiera reaccionar, el camión lo embistió volcándolo sobre el asfalto haciéndolo girar varias veces y caer por uno de los barrancos.

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El epilogo lo subiré en un rato :)xx

No me maten.