Capítulo 18: El guardián de Yan Li

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Después del gran banquete que se celebró en honor de la princesa mortal, pasaron unos días. Su padre no la dejaba salir del palacio y la reina no tenía permitido encontrarse con ella.

Yan Li pasó todos los días en una parte del palacio donde podía practicar el tiro con arco. Sabía que era lo que más le gustaba a su hija. Además a la escritora le encantaba eso, porque había practicado el tiro con arco desde los 15 años en su mundo por lo que era buena en ello.

En otro reino, estaba el rey demonio del Sur estudiando como siempre. Se había encerrado a entrenar exhaustivamente y nadie tenía permitido entrar en su salón de prácticas. Siempre pensaba en Yan Li y se preguntaba qué estaba haciendo.

-Yan Li, ¿me echas de menos? -Preguntaba el rey demonio.

Luo Su apareció de repente.

-Mi señor, su primera Qing Fei está aquí, necesita una audiencia con vos.

-Dile que no es bienvenida, puede entregarte lo que me quiera decir y que se vaya. -Dijo sin pensarlo y siguió entrenando.

Su prima Qing Fei fue relegada a segundo plano, no le permitía el paso directo como antes. Estaba muy enfadado con ella y no quería verla más. Qing Fei entiendió su molestia por lo que pidió a la leal Luo Su que cuidara de él.

Tiempo más tarde...

-Princesa Feng... -Dijo un guardia. -No podéis pasar ahora.

Ella se giró y lo miró. Ese hombre explicó a la princesa que habían entrevistas para ver quién sería su guardia personal. Yan Li sólo puso los ojos en blanco y se marchó. Realmente no le apetecía para nada saber quién sería el pesado de turno quién cuidara de ella. Decidió irse a seguir practicando el tiro con arco. Sabía que algún día le sería útil.

-Creo que he tardado mucho en hablar con Tian Bai. Necesito anular nuestro compromiso. -Se dijo ella.

Aquellos que querían ser guardianes de la princesa estaban pasando por una rigurosa prueba para demostrar lo valientes y fuertes que eran.

Un hombre vestido con robas bastante desagradables entró al salón y se sentó.

Un hombre vestido con robas bastante desagradables entró al salón y se sentó

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Todos lo miraron. Se presentó como un hombre que se buscaba la vida sirviendo a los demás y lo demostró.

Los presentes quedaron impresionados con la valentía de ese hombre. Decidieron darle una oportunidad. Un tiro con arco sería la decisión final para ver quién sería capaz de proteger a la princesa. Todos aquellos se presentaron a la prueba. Cada uno mostró su destreza con el arco, pero solo uno ganó.

-¿Cuál es vuestro nombre? -Preguntó el emperador.

-Chun Yue, majestad. -Se presentó el hombre misterioso y se puso de rodillas.

-Bienvenido a las filas del ejército y sobre todo para cuidar a mi hija. -Comentó el emperador contento. -Llevadlo a qué se asee. Luego os presentaré a la persona que debéis cuidar.

Cuando la luz conoce a la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora