Capítulo 10: La nueva Yan Li

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Después de que "Yan Li" despertara, el rey demonio se la llevó a su habitación. Como era de esperar, nuestra querida escritora estaba un poco flipando con todo lo que pasaba. ¿No estaba siendo este sueño bastante raro? Para Nía estaba siendo una mezcla de emociones.

Nía ni siquiera sabía donde estaba yendo hasta que aquel hombre, que se parecía a su crush, paró en seco y la puso delicadamente en una cama.

Ambos se cruzaron las miradas. Cada uno de ellos estaba teniendo sentimientos contradictorios. Nía estaba nerviosa, un error le podría costar la vida. Para A-Zhan, volver a tener a la pequeña Yan Li era un milagro.

-Lo siento... -Dijeron ambos a la vez.

Xiao Zhan, en la piel del rey demonio, sonrió de una manera especial y ese gesto hizo que el cuerpo de la escritora se estremeciera.

-¿Por qué lo sientes? -Preguntó ella.

-Porque nunca debí irme de tu lado. -Confesó el demonio. -Y tú, ¿por qué lo sientes? - A-Zhan analizaba a la joven.

Ten mucho cuidado con lo que vas a soltar por esa boca, Nía Ponce... Fueron las palabras que se le cruzaron por la mente a la joven escritora.

-Si te dijera que no me acuerdo de lo último que pasó, ¿me creerías gēge? -Preguntó con cautela.

Xiao Zhan la observó de arriba a abajo y sentía algo extraño. ¿Por qué? Porque tenía la sensación de que Yan Li no era la misma. ¿Cómo podría ser posible que lo supiera? Recordemos que él llevaba más de 5 años conviviendo con la pequeña, desde que era una niña.

-Depende... -Comentó él y se acercó a ella. -Te creeré si me das un beso. -Dijo con una sonrisa pícara y poniendo la mejilla.

La cara de asombro que tenía Nía era para hacerle un Meme, pero como pensaba que estaba soñando, le dio un beso en donde él le estaba indicando.

A-Zhan se sorprendió un poco, pero terminó tranquilizándose. Yan Li, quién siempre estaba detrás de él, era una niña muy afectuosa. No era un secreto para nadie que siempre le daba besos en la mejilla en agradecimiento por los regalos que le daba.

-Esta bien, descansa un poco. -El rey demonio se levantó y besó la frente de Nía. -Llamaré a Luo Su para que te traiga lo que quieras comer. -La miró con un sentimiento de calidez.

-Gracias, gēge. -Sonrió un poco sonrojada. -¿Alguien me explica por qué estoy así? -Se sorprendió la escritora.

Song Qi Yue, o mejor dicho Xiao Zhan, salió después de regalarle una sonrisa pícara en su labios.

Nuestra escritora suspiró de alivio cuando lo vio irse. Lo que ella necesitaba ahora era cerrar los ojos para poder despertarse, bueno lo intentó varias veces sin éxito.

-Es hora de levantarse. -Se dijo así misma y se puso de pie.

No duró mucho en esa posición, terminó metiéndose una reverenda hostia contra el piso y fue así como ella se dio cuenta que no estaba soñando.

Luo Su escuchó un ruido procedente de la habitación de la joven Yan Li y al entrar la encontró en el suelo.

-¡Pero niña! ¿Qué haces en el suelo?- La regañó Luo Su.

Nía sonrió inocentemente y sus ojos se llenaron de lágrimas. La mujer de ropajes lilas suspiró y se acercó a levantarla.

Mientras ella la ayudaba a volver a la cama, el rey demonio estaba dando vueltas en su dormitorio.

-Es imposible que Yan Li haya cambiado de personalidad mientras dormía... -Decía él mientras daba caminaba en círculos. -Al menos que haya transmigrado... ¿es eso posible?

Cuando la luz conoce a la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora