Después de que Song Qi Yue y Feng Yan Li pasaran la noche juntos, el Gran Demonio quiso celebrar su boda con ella. Si ambos estaban condenados a vivir en ese mundo, al menos por el resto de la vida que él compartiera con ella, la haría feliz. Song Qi Yue pidió una audiencia con su mano derecha.
-Mi señor... -Se arrodilló Luo Su.
-Busca los mejores decoradores del reino. -Dijo él bastante frío. -Vamos a celebrar una boda.
Ella se sorprendió mucho.
-¿Es seguro que se realice en estas circunstancias? -Preguntó ella.
-Por supuesto... de lo demás, ya me estoy encargando. Haz lo que te he dicho. -La miró con intensidad. -Cuando el momento llegue, sabrás como actuar.
Ella solo asintió, se levantó y se fue a cumplir las órdenes de su señor. Unos días más tarde en el corazón del reino, se empezaba a decorar con colores de la boda por todas partes. El Gran Demonio quería que su gente compartiera con él su dicha. Yan Li no sabía nada, así que esa noche preparó todo para que Yan Li y su padre cenarán con él y les presentó su carta de compromiso con ella.
-¿Qué significa esto? -Preguntó el emperador de los humanos.
-Creo que no hace falta que te lo diga. -Miró a Yan Li y sonrió. -Deseo casarme con ella. -Soltó sin más.
La princesa se quedó de piedra, eso no se lo esperaba. ¿Ella estaba dispuesta a casarse con él? Mientras su mente peleaba con su corazón, su padre discutía el futuro de ella como si no estuviera presente.
-Gran Demonio, Yan Li está comprometida con el príncipe celestial y lo sabes muy bien. -Comunicó el emperador.
-Y yo ya he dicho que no me importa. -Aclaró Qi Yue mientras cogía su copa de vino y daba un sorbo. -Además, Yan Li y yo... -La vio de reojo mientras ella estaba enredada en sus pensamientos. -Hemos sido marido y mujer.
Los ojos de Feng Jiang se abrieron por la sorpresa y Yan Li por fin despertó de su distracción y miró aterrada al demonio con quien había intimado más de una vez.
-Querida, no me mires así. Sabes que eso es verdad y que yo no miento. -Decretó Song Qi Yue.
El emperador dejó de comer y se marchó sin decir nada más. Yan Li se levantó para hablar con su padre, sin embargo Song Qi Yue la detuvo.
-El emperador tiene que asimilar que nosotros estamos destinados a estar juntos.
-No era apropiado decirle a mi padre lo que hemos hecho. -Gruñó ella.
-¿Crees que he hecho mal? -Preguntó haciéndose el inocente. -¿No quieres casarte conmigo?
Yan Li no podía enfadarse con él, así que puso cara triste y él se levantó a abrazarla. Besó su cabeza y acarició sus brazos.
-Tranquila, ya te dije que nadie nos separaría. -Aseguró el demonio. Aunque ni él mismo se creía sus palabras.
Y él estaba en lo cierto, pues en las sombras se estaba tejiendo el infortunio que se cerniría con ellos. Song San estaba preparando su última carta para poder ganar la partida. ¿Podría lograr sus objetivos? Eso estaba por verse.
Mientras tanto, en el reino Celestial, la princesa demonio Qing Fei se había recuperado por completo y harta de estar encerrada, salió a recrearse los ojos. Los celestiales estaban cuchicheando por lo bajo mientras ella salía a investigar. Tuvo problemas con uno de los guardias, pero la cosa no llegó a más gracias a la intervención del príncipe Tian Bai.
-La princesa Qing Fei es mi invitada, no quiero que nadie sea descortés con ella. -Dijo él en voz alta para que todos escucharan bien.
Todos asintieron. Muchas de las mujeres celestiales chismorreaban por detrás sobre la actitud protectora del príncipe, ya que nunca había mostrado esa faceta, ni siquiera con su prometida.
ESTÁS LEYENDO
Cuando la luz conoce a la oscuridad
FanfictionUn libro de leyenda será transcrito para una serie. Convertido ya en un guión, éste lo puede cambiar absolutamente todo. Sino, que se lo digan a Xiao Zhan y la escritora original de la novela en que se basa el drama. Sus almas transmigrarán al mundo...