Capítulo 13: Me encantan los conejos

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Nuestro rey demonio la cogió en brazos y se la llevó a un lugar donde Yan Li podría descansar.

Alguien los observaba desde la distancia y se acercó.

-¿Crees que durmiéndola vas a conseguir parar esto? -Comentó Qing Fei.

-Claro que lo creo. -La miró con intensidad. -Ella corre peligro si dejo que se vaya.

Se escuchó un suspiro de la demonio del clan zorro y movió los brazos en forma de "haz lo que quieras".

De pronto se empezó a escuchar ruido fuera de ese lugar. La increíble Luo Su llegó donde estaba su amo y su prima.

-Mi señor, los humanos han llegado y los celestiales también están aquí.

Song Qi Yue cerró los ojos mientras tenía a Yan Li en los brazos. No, no se estaba aburriendo, estaba contando cuantas personas habían llegado.

-Querida prima, ¿podrías salir a recibir a nuestros invitados?

Ella lo miró con cara de pocos amigos.

-¿Es en serio? -Se quejó. -Está bien, pero esta me la debes gēge. -Miró a Luo Su. -Acompáñame, iremos juntas a recibir a estos invitados.

-Sí señora... -Comentó la protectora de Yan Li y salieron juntas con el ejército de mujeres y hombres que llevaban.

Al final Qing Fei terminó yendo a recibir a los invasores en los que se encontraban el padre de Feng Yan Li y el príncipe Tian Bai. Ambos se miraron, ella le reconoció enseguida, pero él a ella no.

El padre de Feng Yan Li, Feng Jiang también estaba con ellos. Se apresuró a preguntar a la mujer de rojo.

-Señora, venimos de muy lejos para hacerle una pregunta. -Comentó él.

Qing Fei lo miraba seria y le otorgó la palabra.

-Estamos buscando a la mujer del retrato. -Dijo Feng Jiang con un retrato de su hija en mano.

Un soldado del ejército humano llevó a la mujer de rojo esa pintura. Ella lo examinó y los miró a todos.

-Lo siento, pero no he visto a nadie con ese aspecto.

Mientras unos la creían, otros no y entonces empezaron los murmullos. Qing Fei notaba que alguien la miraba y decidió girarse para ver quién se atrevía a tanto. Para su sorpresa estaba el príncipe Tian Bai observándola.

-¿Vos me creéis? -Preguntó ella.

Él la observaba sin decir nada e hizo un gesto de "no lo sé". De repente, se escuchó unos pasos y un hombre con máscara llegó hacia donde su prima se encontraba.

-¿Por qué no los haces pasar, querida? -Comentó el rey Demonio.

Eso dejó a Qing Fei descolocada, pero hizo el ademán de hacerlos pasar. Claro que deberían entrar desarmados.

Una vez dentro, se les ofreció un buen té mientras escuchaba atento a lo que habían venido. Obviamente sabía por quién estaban ahí, pero no les iba a dar el gusto de dársela.

-Es una muchacha muy bonita, pero lamento decir que ella no se encuentra en estas tierras. -Comentó Song Qi Yue.

Unos soldados humanos comenzaron a atacar con palabras al rey demonio.

Cuando la luz conoce a la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora