Cuando la luz conoce a la oscuridad

Capítulo 20: Identidad vol 2

Un día Song Qi Yue tuvo que irse a resolver un asunto en el reino demoníaco y dejó a Yan Li en el palacio de los humanos. Yan Li estaba más tranquila sabiendo que él no podría causar problemas. Pasó la mañana paseando e intentando aprender a tocar la citara.

Una de sus criadas entró a su habitación y anunció la llegada del príncipe celestial Tian Bai. La princesa se levantó y se dispuso a terminar con el matrimonio. Ella no estaba dispuesta a casarse con él, no lo amaba y sabía que él tampoco lo hacía. Sería un poco complicado deshacerse de ese compromiso, pero era un riesgo que cometería para ser libre.

Feng Yan Li entró con elegancia a la sala donde su prometido la esperaba. El príncipe celestial se dio la vuelta e hizo una reverencia. Ella hizo lo mismo y ambos tomaron asiento.

-Me alegro de veros mejor, princesa Feng Yan Li. -Dijo humildemente Tian Bai.

-Es un honor que nos visitéis. -Comentó ella y le agradecío su cumplido. -¿A qué debemos el honor de vuestra visita?

El príncipe celestial lo tomó un poco a broma esa pregunta. ¿Por qué preguntaría la princesa Feng sobre su llegada cuando sabía perfectamente lo que él estaba haciendo ahí?

-A decir verdad, he venido a comenzar con los preparativos de nuestra boda. -Soltó él.

Yan Li abrió los ojos como platos, ella sabía que tendría que detener la boda como diera lugar. Aún dudaba cómo decírselo sin sonar pretenciosa, pero tenía un as bajo la manga. Ella había escuchado un rumor en palacio referente a su boda y la posible anulación de esta última. Yan Li se aferraría a como diera lugar a eso para quitarse el matrimonio de encima.

-Tengo entendido que hace unas semanas habíais venido a anular este compromiso. -Comentó elegantemente Yan Li.

-Eso era entonces que pensábamos todos que vos estabais muerta. -Respondió él con franqueza.

Ella meditó sus próximas palabras y luego levantó la mirada con timidez.

-Cierto es que estoy viva, pero creo que su majestad está en todo su derecho a cancelar la boda. -Continuó Yan Li. -Han pasado casi 11 años de mi desaparición y aunque ahora esté de vuelta, no creo que sea apropiado seguir con ello.

Tian Bai estaba de acuerdo, pero su moral no le dejaba ser sentimental. Para él casarse con la princesa de los mortales era un deber que no podía pasar por alto.

-¿Es que vos no queréis este matrimonio? -Preguntó el príncipe celestial.

Esa pregunta fue una bofetada en toda la cara para Yan Li. ¿Cómo iba a decirle que ella no quería casarse con él ni loca?

-Majestad... lamento mucho mi imprudencia y mi falta de cortesía. -Ella se levantó y empezó a dar las vueltas por aquella sala. -Creo que uno tiene que casarse por amor. -Ella se acercó a él y se puso de cuclillas. -¿Vos sentís amor por mí?

¿Era en serio? Yan Li sabía de sobras que la respuesta era un rotundo "no", pero necesitaba estar segura sobre su próximo movimiento. Esa pregunta tomó por sorpresa al príncipe Tian, pero estaba dispuesto a contestar con la verdad.

-A veces se requieren hacer sacrificios por el bien mayor, mi señora. -Comentó él.

Feng Yan Li comprendió que él no anularía su compromiso, Tian Bai haría lo que estuviera en su mano para cumplir la promesa de casarse con ella y cuidarla para toda la vida. Ella no sabía muy bien como contraatacar sin que él se diera cuenta que ella no quería para nada esa unión.

Un aire fresco entró por la puerta que estaba entre abierta y de la nada se abrió, dando la bienvenida al guardián de Yan Li. Ella abrió los ojos ante la sorpresa.