chapter three

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🎨 ˚ CAPÍTULO TRES ˚.*ೃ
confesión inesperada
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"¿Que me dijo qué?", pensó Lord Taylor mientras pestañeaba una y otra vez, en señal de shock

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"¿Que me dijo qué?", pensó Lord Taylor mientras pestañeaba una y otra vez, en señal de shock.

Realmente no podía creerlo, ¿Cómo era posible que el Conde May le haya hecho tal propuesta? Entendía perfectamente que ahora estaba caracterizado como una damisela más y que estaba recibiendo una que otra mirada, pero no se esperaba algo como eso.

La verdad esa noche esperaba de todo, menos una propuesta así.

—Eh... Oh, ¡Me llaman! —exclamó el rubio de la nada, sacando su mano de la mano de su amigo con más brusquedad de la deseada.

Brian inclinó su cabeza hacia un lado dejando que uno que otro rizo se deslizara por su frente.

Si Roger hubiese estado un poco menos pasmado, le hubiera dicho que parecía un cachorro perdido con el tipo de mirada que le estaba dando.

—¿En serio? Yo no escucho absolutamente nada, Lady Taylor —declaró el Conde un poco desconcertado por la actitud de la dama.

El Marqués corrió su rostro y gritó suavemente "Lady Taylor".

"Soy un genio", pensó el rubio y sonrió para sí mismo.

—¿Escucha? Claramente me están llamando. Veo que sus rulos no lo dejan oír con claridad —Roger sonrió falsamente y se alejó del rizado, dejándolo con un semblante un tanto confundido y como siempre, en cada fiesta, triste—. Fue un real agrado bailar con usted esta noche, señor. Espero que pueda disfrutar lo que queda de la fiesta.

El rubio tomó entre sus dedos el vestido rosado y miró a su desconcertado amigo; en su rostro el dolor del inminente rechazo era más que obvio, pero en sus ojos había un brillo muy poco habitual, un brillo que no estaba ahí desde hace años.

Ese brillo asustó un poco al marqués, quien antes de alejarse por completo de la pista de baile hizo una reverencia en señal de respeto. Brian la devolvió con una sonrisa fantasmal antes de darse la vuelta e ir a hablar con un conocido que le estaba haciendo señas hace un buen rato: Lord Prenter.

Roger se desplazó con total naturalidad por el salón dorado, sintiéndose completamente satisfecho por su dominio con los zapatos de tacón y se dirigió hacia donde estaba su mejor amigo, quien aún conversaba con Jeanne-Antoinette Poisson, su amor platónico.

Automáticamente se sintió un poco más cohibido y todo rastro de incomodidad que le había formado la propuesta del Conde Brian May había desaparecido, siendo reemplazado por los nervios que le traía estar frente a la mujer más hermosa que conocía.

—¡Lady Taylor! —exclamó Frederick con una sonrisa mientras levantaba su copa llena de vino como saludo—. ¿Disfrutando la fiesta?

—¿Taylor? —cuestionó Madame de Pompadour con una pequeña sonrisa—. ¿Como el Marqués Roger Taylor?

lady taylor ♡ maylor ❜ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora