chapter thirteen

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🎨 ˚ CAPÍTULO TRECE ˚.*ೃ
el dilema de roger
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Lord Taylor se encontraba parado frente a la gran puerta de la residencia de el Duque Mercury con una gran sonrisa en el rostro

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Lord Taylor se encontraba parado frente a la gran puerta de la residencia de el Duque Mercury con una gran sonrisa en el rostro.

Roger por alguna razón se sentía lleno de vida, como si haber besado a su rizado frente a la usurpadora le hubiese dado tal satisfacción que ahora sentía que era capaz de hacer cualquier cosa.

Suspiraba cada diez segundos, sosteniendo sus tacones en la mano derecha -porque sí, no iba a caminar con tacones, podía estar en las nubes con ese beso, pero aún le quedaba sentido de la razón-, esperando así que el mayordomo del Duque se dignara a abrir la maldita puerta.

El rubio volvió a tocar la puerta de la mansión, sin inmutarse si alguien le abría o no. Hasta se había relajado con todo lo sucedido anteriormente.

También se había dado cuenta de que estar con el Conde lo relajaba de sobremanera; calmaba su temperamento feroz, haciéndolo más paciente y menos impulsivo. Realmente estar con Brian lo estaba cambiando de maneras que no se podía imaginar.

La puerta lentamente se abrió y le sonrió al mayordomo de la gran residencia, Benjamín, un chico joven que sabía perfectamente quién era, pero que guardaba el secreto como si de una tumba se tratara.

—Lady Taylor —saludó con una sonrisa forzada—, no creo que el Duque espere su visita.

Roger bufó y entró sin esperar el consentimiento de Frederick o Benjamin. La mansión del moreno era como su segunda casa, así que prácticamente podía hacer lo que quisiera mientras no rompiera nada.

—No creo que lo haga, debe pensar que estoy con Lord May haciendo no sé qué cochinadas que sí haría él —respondió tirando los tacones y la peluca lo más lejos posible.

Benjamin cerró la puerta y lo miró incómodo—. Cuando me refiero a que no se espera su visita es porque-

El rubio ni siquiera lo escuchó, y comenzó a caminar por la mansión buscando a su amigo. Pasó por la sala, donde grandes cuadros relucían las paredes. Luego caminó por la cocina, la cual tenía grandes ventanales cubiertos de cortinas con detalles hechos de pedrería.

—Lord Taylor, de verdad se lo ruego, no siga caminando —el joven mayordomo lo seguía prácticamente pisando sus talones, o mejor dicho vestido, pues se había tropezado un par de veces con éste.

—¿Por qué razón debería hacerlo Benjamín? —inquirió mientras salía al gran patio trasero de la mansión.

El joven sonrió—. Por eso...

Roger paró en seco. Sentía que toda la sangre que fluía por sus venas había bajado. Sus rodillas temblaban ligeramente. La boca estaba seca, peor que cuando tenía una resaca después de una fiesta en el palacio de Versalles. Su pulso increíblemente se aceleró. Ya no necesitaba tener maquillaje para verse pálido. Para darle el toque final a todas las reacciones físicas de su cuerpo, un nudo en su estómago y garganta se formó.

lady taylor ♡ maylor ❜ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora