chapter nine

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🎨 ˚ CAPÍTULO NUEVE ˚.*ೃ
movimientos atrevidos
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—No es de mi agrado sonar redundante, pero

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—No es de mi agrado sonar redundante, pero... —el Conde suspiró con una leve sonrisa—, mi felicidad al verla llega a niveles nunca antes experimentados.

Roger parpadeó rápidamente y golpeó suavemente el brazo del rizado que aún seguía parado frente a él.

—Es un exagerado Lord May.

El rizado negó lentamente.

—¿Por qué tendría que estar exagerando Lady Taylor? Mi forma de sentir es real y genuina.

La seriedad y sinceridad con la que hablaba el Conde, hacía que el Marqués poco a poco se sonrojara de manera furiosa -Cosa que le molestaba en absoluto, pues por su tonalidad de piel, se notaba más de lo esperado-.

—¿Puedo preguntarle algo, mi Lady? —el rubio miró curioso al mayor y asintió—. ¿Le alegra verme?

El rizado se rascó la nuca y sonrió sin mostrar los dientes, clara muestra de que la respuesta a su pregunta lo tenía muy nervioso.

¿Y cómo no estarlo? Si la mujer que lo había flechado en menos de un día estaba parada frente a él.

Brian pensaba que en cualquier momento su corazón se iba a salir debido al fuerte bombeo de éste, haciéndole recordar que era más nervioso de lo que pensaba, que sentía más de lo que creía y de que aquella damisela no se podía olvidar con tanta facilidad.

—Yo...

—¿Lord May?

Una mujer pelirroja, de estatura media y un tanto esquelética apareció al lado del rizado; interrumpiendo la respuesta de Roger y entrelazando su brazo con el del mayor.

—¿Está todo bien? —inquirió la pelirroja con el ceño fruncido.

—Claro que sí, Lady Dobson, ¿Por qué pregunta? —cuestionó el Conde tratando de no sonar molesto ante la interrupción del momento que para él era íntimo.

Ella se encogió de hombros con tanta delicadeza, que, a pesar de que a Roger no le agradara, trataría de imitar sus gestos si lo recordaba, pues era la mujer más elegante que había visto en toda Francia.

Y eso que, dentro de todo, él si sabía bastante de mujeres.

—No lo sé —respondió Lady Dobson—. Se fue de la nada, dejándome sentada sola en esa incómoda banca.

El Conde se golpeó internamente. Había olvidado por completo a Anita por el simple hecho de ver a su enamorada.

—Realmente lo siento, pero necesitaba hablar con ella —Brian sonrió, más Lady Dobson frunció más el ceño y miró con un poco de desprecio al rubio.

lady taylor ♡ maylor ❜ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora