chapter fifteen

357 41 106
                                    

🎨 ˚ CAPÍTULO QUINCE ˚.*ೃ
la frase más aterradora
━━━━━━━━━━━━━━━

El rubio y el moreno se encontraban hablando pacíficamente en el patio de este último

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El rubio y el moreno se encontraban hablando pacíficamente en el patio de este último. Roger había decidido salir de su cuchitril y respirar aire puro; también debía ir a ver a su fiel amigo, pues desde aquella conversación con el Marqués Deacon no se había atrevido a ir a verlo por estar sumido en su miseria. Frederick era otro que estaba inmerso en lo mismo, pero no lo demostraba; prefería callarlo a la luz del día, quería demostrarle al sol que él brillaba más, pero en la noche el panorama era diferente. Cuando la oscuridad caía, el Duque sufría de manera incontrolable por dañar de manera inconsciente a su amigo, El Conde; aunque también sufría por haber decepcionado al chico sonriente que tanto anhelaba.

Ambos, a pesar de estar con un rostro serio, sentían que era una mañana agradable. El día estaba bastante aceptable, con un sol que le sonreía a la gente parisina y con una brisa cálida que calentaba hasta al corazón más frío... Pero ni con esas condiciones los dos nobles podían estar del todo a gusto.

—No sé qué hacer para salir de este problema, Fred. Me siento terriblemente atrapado en un dilema del cual tengo miedo de salir —Roger suspiró y puso sus manos detrás de su espalda, admirando la fuente de agua.

—Y yo sinceramente no sé cómo ayudarte —respondió el Duque imitando su gesto.

—Si alguien te escuchara no podría creer que eres tú —el rubio rio sin ánimos—. Siempre eres el caballero brillante con ideas apoteósicas.

Fred simplemente lo miró. Últimamente no me reconozco del todo.

—¿Y eso a qué se debe?

—A que jamás creí que las palabras de un sujeto al cual no conozco podían afectarme de una manera tan profunda —el Marqués miró a su amigo con una sonrisa triste y palmeó su espalda.

—Te dolió porque sabías que era la verdad, y no eres el único; Me siento tan estúpido por no haber pensado en las consecuencias que podrían pasar si dilataba mis actos... —Roger apretó los labios y párpados, haciendo todo lo posible para que ninguna lágrima cayera por su pálido rostro.

—Ese fue nuestro problema, cariño, no pensamos en absoluto —Fred se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su hogar.

El rubio lo siguió rápidamente, pues, aunque sea en silencio, necesitaba estar con alguien para distraerse de sus pensamientos. En especial de aquellos que se dirigían a cierto Conde latifundista que le robaba cada uno de los pensamientos.

Desde aquel día en que lo había visto, ya no podía parar de pensar en él aunque quisiera. Sus gestos bondadosos, su eterna preocupación, esos ojos amables y sonrisa encantadora lo tenían embobado de una manera inédita. Que se haya acercado a su rostro para preguntar si tenía fiebre, que lo haya dejado abrazarlo, que le haya servido como uno más de sus mayordomos para que se sintiera mejor... De tan solo pensarlo, el joven de ojos cerúleos suspiraba. Ya no podía parar.

lady taylor ♡ maylor ❜ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora