chapter four

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🎨 ˚ CAPÍTULO CUATRO ˚.*ೃ
merde
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Luego de aquellas palabras, Roger sentía que iba a caer en un terrible colapso nervioso y emocional, pues ¿Cómo era posible que su mejor amigo se hubiera fijado en su versión femenina? ¡Era algo simplemente terrible!

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Luego de aquellas palabras, Roger sentía que iba a caer en un terrible colapso nervioso y emocional, pues ¿Cómo era posible que su mejor amigo se hubiera fijado en su versión femenina? ¡Era algo simplemente terrible!

El resto de la conversación se basó en Brian hablando de Lady Taylor e interrumpiendo sus halagos para preguntarle al Marqués si se encontraba bien, pues había dejado de hablar completamente.

—¿Yo? Estoy de maravilla Lord May, no lo dude ni por un segundo —respondía cada vez el rubio y volvía al silencio luego de eso.

El Conde, en su ignorancia, seguía con su perorata y Roger, en su colapso, prefería callar.

Al cabo de unas horas Brian May se retiró de la casona del Marqués, dándole un abrazo un tanto tosco al dueño de casa, gesto que Roger decidió no devolver. No se sentía de humor para corresponder muestras afectivas y mucho menos si venían del Conde.

—¡Nos vemos pronto, mi buen amigo! —exclamó Lord May subiendo a su carreta.

—Sí, nos vemos Brian —respondió el rubio, tratando de sonar animado.

El Conde sonrió de manera brillante y tiró las riendas de su medio de transporte, haciendo que los caballos comenzarán a trotar por el camino de tierra lleno de baches.

Roger, al ver su mejor amigo retirarse, dio un grito frustrado y golpeó la puerta de entrada, casi fracturándose los dedos.

—Merde! —el rubio acunó su mano violácea y la besó, tratando de calmar el dolor.

El marqués entró a su casa completamente frustrado y cerró de un portazo, corrió a su habitación y se encerró ahí. Decidió no comer en todo lo que quedaba de día, pues prefería quedarse acostado en su cama viendo el techo mientras experimentaba una pequeña crisis basada en los recuerdos difusos de la noche anterior. Mientras pensaba en todo y se martirizaba, sostenía la peluca que había utilizado justo frente a sus ojos, observando cada detalle y la acariciaba de vez en cuando.

—Si no hubiese querido pasar desapercibido... Ésto no habría pasado —decía una y otra vez—. Eres un completo stupide.

Muchos pensarían que la mejor opción sería que el Marqués Taylor rompiera la ropa y se deshiciera de toda la evidencia que expusiera su estupidez, pero no lo hizo, al contrario, tenía a su lado el vestido que había utilizado y la peluca descansaba su regazo. Pasaba cada cierto tiempo sus dedos sobre la suave tela y tiraba de las hebras con delicadeza.

"Obviamente no voy a romper la ropa, es de mi estimada hermana", pensaba el hombre cada vez que sentía la necesidad de meter la vestimenta en la chimenea y ver como ardía la única prueba de lo que había sucedido la noche anterior; pero no, muy en el fondo sabía que esa no era la razón por la cual no llevaba a cabo ese accionar.

lady taylor ♡ maylor ❜ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora