ᴇɴᴄʜᴀɴᴛᴇᴅ ~ ʀɪɴᴅᴏᴜ ʜᴀɪᴛᴀɴɪ

20

– Uy, ¿y este cachorrito? – Emma se agachó un poco para acariciarlo – Eres un chico muy lindo. – Decía mientras le acariciaba su cabeza.

– Es Liam, mi nuevo compañero. – Observaba como la criatura parecía encantado con las caricias de la contraria. Su atención se centró en una chica de cabello corto que se mantenía un poco alejada, pero era un poco obvio que venía con Emma.

Ésta pareció recordarlo – Ah, ________, quería presentarte a otra amiga mía, de seguro que ustedes también podrían serlo. – Miró hacia la otra chica y le indicó que se acercara – Ella es Hinata, nos conocimos porque su novio está en la pandilla de mi hermano. –

– Oh, es un placer conocerte, Hinata. – Hizo una pequeña inclinación – Soy ________, y espero que logremos llevarnos bien. –

Ella parecía igual de emocionada – El gusto es todo mío. – Imitó su acción.

– Creo que nuestras reuniones de chicas van a ser más grande. – Tomó del brazo a ambas – Ya quiero que llegue ese día, prometo no llevar a mi hermano, sobre todo ahora que tienes novio y él podría molestarse el saber que otros chicos llegan a tu casa y se quitan la ropa. –

– No lo había visto desde esa perspectiva. –

– Y no sabes... el otro día lo escuché invitando a sus amigos a nuestras tardes de chicas, menos mal que no recuerda como llegar a tu casa. –

02:42 am.

Por razones que el pronóstico climático no lo puede explicar, esa noche llovía.

El sueño estaba siendo un problema para ________, quien no lograba quedarse dormida a pesar de las muchas posiciones que trataba de practicar para por fin dormir, pero le eran inútil.

Liam parecía no tener problemas de sueño, pues las ocho noches que llevaba viviendo con ella nunca tuvo problemas por ello. Éste dormía plácidamente en su camita que la chica le había comprado.

De repente, una silueta se mostró en la ventana. Debido al susto, ________ se levantó inmediatamente, dirigiéndose hacia una de las puertas para arrancar si la situación lo requería. Observó como Liam seguía dormido, así que fue hasta donde él y lo tomó en sus brazos.

Cinco golpes apresurados le dieron al vidrio – ________, ayuda. –

Liam saltó de los brazos de la chica para dirigirse hacia la ventana y ladrar, estaba molesto.

– Hijo, tranquilo, soy yo. – Volvió a hablar – ¡Abran que me caigo de la ventana! –

No había dudas, era Rindou. Aún así, ________ se dirigió a pasos lentos para mirar y verificar que fuera él.

Estaba empapado por la lluvia, pero aún así mantenía una sonrisa en su rostro – Hola cariñito. – Se mantenía fuertemente sostenido de lo que pudiera.

Ella se apresuró en abrirle – ¿Por qué entrar por la ventana?, pudiste sufrir una caída. – Estaba preocupada – Llevamos una semana siendo novios y ya querías dejarme sola. – Observó el estado del chico, de seguro ni su ropa interior estaba seca.

Al ver de quién se trataba, Liam volvió a su cama para continuar su descanso.

– Con lo mucho que me costó conquistarte, ni loco te dejo sola. – Le dio unas cuantas miradas a la chica, ese pijama se le veía estupendo – Creo que nunca te había visto con poca ropa. – Comenzó a quitarse la suya.

No lo había notado, ni siquiera llevaba brasier debajo del pijama – Ay, no me mires. – Se cubrió con la ayuda de sus manos – Y tú... ¿qué haces a estas horas? –

Dejó caer una mochila que traía oculta debajo de su ropa – Fui a comprar y quedé empapado, por suerte tu casa está cerca, podré quedarme aquí esta noche. – Sacó de su mochila una playera y un short tipo pijama.

– Wow, vienes preparado. – Fue hasta su clóset y buscó una toalla para que el chico pudiera secarse – Ten, sécate antes de que agarres un resfriado. –

Sin pensarlo dos veces, comenzó a quitarse rápidamente su ropa.

_________ cubrió sus ojos y le dio la espalda antes que lograra ver algo – Si vas a hacer algo así, al menos avisa. – La tentación de voltearse era grande, pero podía controlarlo.

– Quería que me vieras, después de todo, habrá un día en que tengas que verme... y créeme, soy muy adictivo. – Lo último lo susurró cerca de su oído.

Pasaron unos cuantos minutos mientras ella continuaba con sus ojos tapados, hasta sentir como unas manos traviesas viajaban por su cintura hasta su abdomen

– Estoy listo, vamos, quiero dormir contigo. – Dijo suavemente en el oído de la chica – No temas, no muerdo... aún. – Acercó sus cuerpos para dejar un beso en el arco del cuello.

– Soy como una niña en el bosque en donde el lobo la quiere devorar. – Dijo con los ojos cerrados – Si vamos a dormir en la misma cama, lo haremos de espalda, tú mirando hacia la pared y yo hacia la ventana. –

Éste asintió – Como mi chica lo diga. – Se adelantó a la cama.

En aquellas circunstancias ya no importaba dar una miradita, así que con cuidado observó un poco el cuerpo de su novio. Ese tatuaje que cubría parte de sus extremidades... no creía que fuera tan grande y que se le viera tan bien.

– Para qué verlo, si puedes tocarlo. – La había descubierto – Pero si lo haces, yo también quiero tocar. –

– Sigue así y duermes en el sofá de la sala. – Caminó apresuradamente y se acostó, dándole la espalda al chico.

– ¿No me darás un besito de buenas noches? – La miraba de reojo, no quería voltearse debido a la orden que había recibido.

Su corazón se aceleró, nunca imaginó estar es aquella posición, con un chico en su cama – Solo un besito. – Giró su cuerpo esperando a que el contrario hiciera lo mismo.

Se ubicó sobre su cuerpo. Observó el rostro sonrojado de la chica, le parecía algo tan tierno – No temas, quiero cuidarte tanto que jamás me perdonaría si te hiciera algo contra tu voluntad. – Se acercó lentamente hasta que sus labios se unieron en un corto beso – Buenas noches. –

– Buenas noches. – Mantuvieron el contacto visual unos segundos, hasta que él decidió volver a su postura inicial. Por su parte, ________ no le dio la espalda, más bien, se aferró a la de él. Quizás lo que necesitaba para poder dormir era sentir cariño.

Sentirse querida.