Tres golpes sonaron en la puerta principal, dejando un poco de confusión, después de todo, ¿quién vendría tan tarde a casa sin avisar? – Y ya estaba en pijama. – Me quejaba mientras caminaba hasta la puerta – ¿Qué haces aquí? – Dije en un semblante mas tranquilo – Creí que tendrías cosas que hacer, ¿qué pasó? –
Él la observó unos segundos para contemplarla – Te mentí, no tenía cosas que hacer, quería darte una sorpresa. – Mostró los bolsos que traía en sus manos – Cámbiate, vamos a salir esta noche. –
Tomé los bolsos para ver en su interior, pero otra cosa llamó más mi atención – Llevas puesto un kimono... Rin, te ves bellísimo. – Acerqué mis manos para tocar la tela – Wow, se ve que es caro... es la primera vez que te veo tan formal, hasta te peinaste. – Bromee.
– No es la gran cosa. – Miró hacia otro lado para evitar mostrar su rostro levemente sonrojado.
– Ven. – Tomé su mano y lo hice entrar – Sin duda me tomaste por sorpresa, ¿a qué se debe todo esto? – Observé el interior de las bolsas, pero solo podía ver una caja.
– Como en unas horas ya será año nuevo me gustaría que fuéramos a estos eventos que se hacen en los templos, escuché que es común que las parejas vayan vestidos de kimonos... no me perdería la ocasión por nada del mundo. – Sonrió para luego desviar su atención – Ve a cambiarte, mientras jugaré con Liam. –
– Sí, sí, ya voy. – Me elevé un poco con la ayuda de mis pies y dejé un corto beso cerca de sus labios, para luego salir corriendo hasta mi habitación.
Pasaron varios minutos para que por fin ______ terminara de prepararse. No quería decirlo, pero ya hace varios años no usaba un kimono, tenía vagos recuerdos de una vez que sus abuelos la llevaron, pero solo eso.
Bajó las escaleras con mucho cuidado, debía admitir que le costaba un poco acostumbrarse al calzado que llevaba, de seguro más adelante le lastimaría los pies, así que llevaba banditas en su pequeño bolso.
– Estoy lista, ¿ya nos vamos? – Miré la hora – Oh, creo que me demoré mucho, lo siento, es que no sabía qué peinado se me veía mejor. –
Él la observó desde el sofá, cubriéndose la boca con una mano – No puede ser... ¿cómo puedo tener una novia tan hermosa? – Se acercó a ella para poner sus manos sobre su rostro y besarla – Sabía que te quedaría bien, pero tú, eres hermosa, haces relucir todo lo que usas. – La abrazó para luego tomar su mano – Vamos, te compraré muchas cosas. –
– Ah, mira la decoración, está muy lindo. – Señalé algunos lugares donde la luz resaltaba – Hay muchos puestos de comida... y también de juegos. – Miré a Rindou, quien me observaba de vuelta con una sonrisa – Oh, verdad, ¿por qué hoy no te siguieron tus amigos? –
– Ellos resuelven asuntos de la pandilla, creo que hoy estarán investigando a una contraria... yo sabía que eso harían hoy, por lo mismo, estuve toda la semana trabajando para que me dieran la noche libre, y lo conseguí, así que solo estaremos nosotros, toda la noche solos. – Subió mi mano y dejó un beso en el dorso – Vamos, ganaré un peluche para ti. –
– No puede ser, ¿por esa razón estuviste tan desaparecido estos días? – Caminé detrás de él – Y yo quejándome con las chicas, que vergüenza. –
– ¿Las chicas? – Me miró un poco confundido – ¿Y esas quiénes son? –
Pellizqué su mejilla – Mis amigas, ya te había contado de ellas, nunca me pones atención. –
– No es eso, es que cuando me hablas no logro comprender nada porque me pierdo con tu belleza. –
Llegaron a un puesto de peluches en donde debían disparar en un cartel, si ganaban, podrían elegir cualquiera que se encontrara en el mostrador.
– ¿Si sabes que es una estafa? – Observaba la determinación del chico – Casi siempre es lo mismo, la velocidad no es adecuada, el rifle está malo... lo hacen para que pierdas tu dinero, ¿qué no ves series? –
– Nadie, pero nadie en su sano juicio sería capaz de engañarme. – Tomó el rifle para observarlo un poco – ¿Acaso no saben quién soy? Una bromita y se van directo al hospital, no ando con amenazas. –
Miré de reojo al dueño del puesto, éste estaba algo nervioso por las palabras dichas – Jaja, deja tus bromas, pones nerviosas a las personas. – Dije tratando de calmar la situación.
– Oh, jóvenes enamorados. – Intervino el señor – Como son la primera pareja que me visita, le regalaré a la señorita el peluche que ella quiera, por favor, acéptelo. –
– No, no, yo quiero jugar. –
– Oh, ¿ese de allí no es Ran? –
– Escóndete. – Se agachó y caminó en sentido contrario.
– Discúlpelo, por favor. – Me disculpé con el señor, quien me entregó a cambio un peluche a pegar de haberme negado. Luego volví a encontrarlo pero ahora en un puesto para atrapar peces.
– Si atrapo varios peces en treinta segundos, me darán una medalla. – Habló manteniendo toda su concentración en aquella pequeña piscina.
– Sostendré tus cosas, mucha suerte, cariño. – Dejé un beso en su cabello para luego observar.
Y tal como había dicho, ganó una medalla.
– Tengo hambre, gasté mucha energía jugando, ¿qué quieres comer? – Observó a la chica, pero no se encontraba a su lado – ¿______? – Miró a su alrededor, pero no lograba identificarla – ¿_______? – Volvió a decir.
– Estoy aquí. – Le hablé desde atrás – Compré esto, es para ambos, me pareció algo lindo. – Le enseñé aquella pulsera de pareja de color dorado – Tal vez se vea insignificante, pero... –
– Me encanta, me encanta. – Repitió mientras tomaba una de las pulseras y se la colocaba en la muñeca de la mano derecha – Ahora tú. – Mostró su mano derecha esperando la misma acción – Esto es como un compromiso, lo tomaré como tal. –
Tomé la pulsera restante y la puse en su muñeca – ¿Compromiso?, ¿de qué clase? – Lo observé por unos segundos.
– Eres mía, y yo soy tuyo. – Puso una mano sobre la mejilla de la chica – Nada, ni nadie podrá cambiar eso... incluso si dejas de quererme, seguiré siendo tuyo... tendrías que ponerme una orden de alejamiento para alejarme, pero te aseguro que ni con eso te salvarías de mí. –
– No veo razones para dejar de quererte, eres lo que me hace feliz, tú no podrás liberarte de mí, te lo aseguro. – Lo abracé para luego depositar un beso sobre los labios.
En ese mismo momento, comenzó la cuenta regresiva. Toda la multitud se emocionó y comenzaron a contar entre todos.
– Por un año en el que te pueda hacer feliz y te sientas amada por mí. Voy a protegerte con mi vida. – Dijo Rindou.
– Por un año en el que ambos podamos ser felices con la compañía del otro. – Dije con una alegría que provenía desde lo profundo de mi ser.
No estaba tan segura de las cosas que sucederían, pero si estaba en compañía del chico todo estaba bien, solo eso necesitaba... no, había más, ese año había sido tan especial, todas las personas que llegó a conocer aportaron a su felicidad de una forma u otra, ojalá todo siguiera igual, ¿es tan difícil pedir eso?
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Me perdí por un tiempo, lo siento, me pasaron algunas cosas y estuve algo deprimida :( Pero ya estoy de vuelta!
No tuve tiempo de revisar las faltas de ortografía. Sé que el capítulo estuvo algo flojo, pero quería actualizar algo, aunque fuera corto ❤️🩹
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ᴇɴᴄʜᴀɴᴛᴇᴅ ~ ʀɪɴᴅᴏᴜ ʜᴀɪᴛᴀɴɪ
Romance⭑ "Si me hubiese quedado con ella, ¿habría sido diferente?" ⭑ ▻ Historia creada para entretención de lxs lectorxs ▻ Los personajes le pertenecen a Ken Wakui. ▻ Intentaré de actualizar seguido ▻ La historia puede cambiar en relación al manga ▸ Inic...