ᴇɴᴄʜᴀɴᴛᴇᴅ ~ ʀɪɴᴅᴏᴜ ʜᴀɪᴛᴀɴɪ

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Advertencia +18

Sin duda, el ambiente en aquella habitación había cambiado, lo único que se escuchaba eran los besos y alguno que otro quejido entre los toqueteos que ambos se daban sin ningún tipo de vergüenza.

Rindou rodeó el cuerpo de __________ para girarla y ponerla sobre él. En eso, él tomó asiento sobre la cama y ella quedó sobre su regazo, en donde tuvo un mayor acceso a su cuello para depositar unos cuantos besos húmedos.

Por supuesto que las manos curiosas del rubio no estaban para nada quietas, parecía un niño pequeño cuando le daban su juguete favorito que había esperado por meses. Jugaba con la ropa de la chica dando claros indicios de querer quitarla.

— ¿Necesitas la ropa? Puedes calentar tu cuerpo conmigo. — Dijo, sin ninguna vergüenza.

— Podemos negociar, yo te quitó una prenda y tú me puedes quitar otra. — Respondió ella, con sus mejillas sonrojadas.

Con una mano la sostenía desde la espalda para mantener una cercanía deseada y con la otra acariciaba una de sus piernas, dando unos suaves agarrones.

Nuevamente, Rindou se acercó a sus labios para besarla, pero ésta vez con algo más de desesperación, obteniendo una respuesta rápida de ella al corresponderle. La tomó con algo de fuerza desde la mandíbula mientras introducía su lengua en medio del beso. Era tan agradable esa nueva sensación, al igual que conocer esa faceta bruta por parte de él.

__________ tomó algo de iniciativa. Llevó su mano hasta el cierre del uniforme para bajarlo, estaba nerviosa, sería la primera vez que vería el cuerpo de su novio, le llamaba la curiosidad conocer aquellos tatuajes que tanto deseo ver en su tiempo, pero que cuando se daba el momento, cubría sus ojos con algo de vergüenza.

Éste no se quedó esperando, en un abrir y cerrar de ojos, quitó toda prenda que cubría la parte superior de ella.

Con timidez, rápidamente se cubrió sus pechos con los brazos — ¿Qué haces? Debías hacerlo lento como en las teleseries. — Se quejó.

— Lo siento, es que estoy pensando con la otra cabeza. — Soltó una risita por eso. Luego, volvió a ponerse serio, con tranquilidad quitó las manos de ella que cubrían su propio cuerpo.

— Eres tan perfecta, tan hermosa. — Recorrió los pechos de ella con la yema de sus dedos, dando uno que otro pellizcon.

Se acercó para depositar un beso en el seno. Continuó besándola, pero ésta vez en el cuello, asegurándose de dejar una que otra marca que permanecería allí unos días más.

Ante una necesidad que crecía en su interior, __________ comenzó a realizar movimientos circulares sobre su regazo, buscando calmar ese cosquilleo en la zona baja. Los movimientos eran suaves, hasta que sintió como una erección comenzó a formarse debajo del pantalón del chico. Mientras se concentrabaen eso, comenzó a quitar la ropa del contrario, pero se le dificultaba por el nerviosismo.

Rindou lo notó, por lo que decidió cambiar de posición, dejándola a ella acostada sobre la cama y él arriba — Puedes continuar. — Retomó sus besos, pero ésta vez los iba dejando en el abdomen, creando un camino hacia su parte baja. Tomó los botones del pantalón y los desabrochó.

La respiración de ambos estaba bastante agitada.

A Rindou comenzaba a molestarle su erección, necesitaba atención. ______ estaba en la misma situación, tenía sus bragas húmedas y eso le producía algo de incomodidad.