Capítulo 22

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El sol de la mañana se filtraba por las cortinas de la habitación, poco a poco Sakura comenzó a recobrar la conciencia, había sido una noche agradable, finalmente pudo dormir con sus chicos, todo el asunto de Ryo los mantenía muy ocupados a ambos, desde muy temprano y hasta altas horas de la noche, en ocasiones ni siquiera llegaban a dormir, pero ayer pudieron disfrutar una cena familiar los tres y tomar un descanso muy merecido.

El brazo de Sasuke se deslizó por su cintura hasta posarse sobre su pequeño bulto, en el transcurso de un mes su cuerpo finalmente estaba mostrando señales de su embarazo, ella se observaba diariamente sorprendiéndose de la hermosa evolución que su cuerpo tenía, sin embargo sus chicos no habían estado ahí para notarlo, por esa razón cuando Sasuke sintió la pequeña hinchazón de su vientre se sobresaltó, se sentó de golpe asustando a la pelirrosa, levantó su camisón, haciendo caso omiso de las quejas de su esposa, mientras observaba maravillado el lugar en donde el futuro miembro de su familia estaba creciendo.

Casi con temor a hacerle daño el moreno pasó la mano por el vientre de la mujer, cuando entendió lo que estaba haciendo, Sakura lo miró embelesada, Sasuke era como un niño recibiendo un regalo por primera vez, ella puso su mano sobre la suya dedicándole una brillante sonrisa.

-Aaahhh, mm, buenos días- saludó Naruto recuperando la conciencia, enfocando su mirada en la escena que tenía frente a él se asustó - ¿Esta todo bien? - se sentó en la cama imitando a Sasuke, Sakura asintió mientras usaba su mano para guiar la de Naruto hacia su vientre. Los ojos del rubio se abrieron asombrados cuando repentinamente un movimiento vino del interior de Sakura.

Ambos chicos no podían creer lo que estaba pasando, era una hermosa mañana, entre risas besos y una que otra lágrima disfrutaron por un momento la paz de ser una sola familia.

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-Recuerden que la cita con el médico es hoy a las 4 en punto – Sakura se encontraba en la entrada de la casa, terminando de prepararse para ir a su trabajo en el hospital, mientras que sus chicos levantaban la mesa y limpiaban todo lo que habían usado para el desayuno. Naruto fue el primero en aparecer al escuchar el mensaje de la joven.

-No te preocupes Sakura-chan, ahí estaremos – depositó un beso en los labios de su esposa, mientras tocaba su pequeña barriga – no puedo esperar para ver a "Kazoku-chan"- la sonrisa cegadora de Naruto la hizo derretirse, Kazoku, ese era el nombre que habían elegido para referirse al bebé, después de pensarlo y discutir, no encontraron una mejor opción para quien finalmente los había unido.

Sasuke se acercó a ella arrebatándole de las manos los libros y el bolso que llevaría a su trabajo -Sasuke-kun ¿Qué estás haciendo? – cuestionó Sakura algo irritada.

-Te acompaño al hospital – respondió despreocupado mientras se calzaba los zapatos y abría la puerta.

-Sasuke-kun, puedo ir yo sola al hospital no es necesario que me acompañes- el humor de la pelirosa comenzaba a empeorar, habían pasado solo un par de horas desde que sus chicos descubrieron y pudieron ver que su futuro hijo o hija era real, es decir, por supuesto que sabían que lo era, pero sentir sus movimientos y ver el pequeño bulto en su esposa les hizo caer en cuenta de que serían padres y eso fue suficiente para activar en ellos un estado de protección o más bien sobreprotección hacia su esposa, la pobre mujer no había sido capaz de mover un solo dedo en toda la mañana y esa era en parte la razón de su mal humor – no te atrevas a dar un paso más Naruto – amenazó al darse cuenta de que su rubio esposo estaba a punto de cargarla para llevarla a su trabajo, ni siquiera la había dejado bajar las escaleras por su cuenta.

- ¡Pero Sakura-chaaaan! ¿Qué pasa si te tropiezas y caes y Kazoku-chan se hace daño? – lloriqueaba el rubio.

-Por amor a Kami ¡Naruto, soy un maldito ninja! Creo que soy perfectamente capaz de llegar caminando a mi trabajo sin lastimar a mi propio bebe -el ceño de Sakura se fruncía cada vez más y más – además, ¿Qué tal si tú te tropiezas y ambos caemos? – ahora tenía ambas manos en sus caderas mientras sentía como una migraña se iba desarrollando lentamente en su cabeza.

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