El Clan

Capítulo 23

Gracias por todo el apoyo, como recompensa les dejo doble capítulo!!!

love ya!!!!

-Vamos frente ya deja comer, estas a punto de reventar – la rubia se burlaba de su pelirosa amiga y es que a sus poco más de cinco meses, la mujer ya lucía un abultado vientre.

-ja ja muy gracioso cerda, ya quisiera verte cargando con dos bebés al mismo tiempo, ven y dame una mano con estas cosas – Sakura se encontraba en su oficina con una caja llena de instrumentos quirúrgicos, ella podía, por su puesto, pero en ese momento decidió aprovechar la visita de su amiga y ahorrarse el esfuerzo, además, sabía muy bien que sus esposos tenían ojos en todo el hospital y no dudarían en armar un escándalo con tal de que ella no hiciera esfuerzos.

- Y dime ¿a qué debo el honor de tu visita? – preguntó sarcástica, aunque tenía sospechas de que la mujer no se encontraba ahí por casualidad.

Ino suspiró antes de hablar – pues veras...un pajarito me dijo por ahí que habías estado haciendo inventario en tu oficina – Sakura rodó los ojos – el mismo pajarito me comentó que un zorro y una serpiente le dijeron que un grupo de clones, digo personas, estaban a punto de invadir el hospital – Sakura se detuvo en seco mirando sorprendida a su amiga – verás – ella continuó – el mismo pajarito habló con un gran perro el cual le ordenó que te dieran una discreta ayuda para evitar que el hospital se vuelva un caos y aquí me tienes – Ino sonrió satisfecha.

-Algo me dice que el zorro y la serpiente están a punto de sufrir una muerte lenta y dolorosa – siseó la chica mientras se tronaba los dedos – y si ese pajarito no aprende a cantar otra canción es posible que ya no pueda seguir volando – Sakura amenazó con un tono de diversión a la rubia.

- ¡Hey! No te atrevas a poner un dedo sobre mi marido frente...¡digo sobre el pajarito!- Ino se palmeó la frente avergonzada.

Sakura reía divertida – Gracias por preocuparse por mí, pero estaré bien Ino – acunando su vientre con ambas manos continuó – somos fuertes, la sangre Haruno corre por nuestras venas – dijo Sakura levantando un puño al aire con orgullo.

Ino reía – en realidad es la sangre Uchiha y Uzumaki lo que me preocupa – la rubia lucía algo seria – aún no entiendo como manejarán todo este asunto de los bebés – Ino continuó al ver la cara de intriga de su compañera – quiero decir, estos bebés son de alguno de ellos, ¿has pensado en cómo se sentirá el otro? – Sakura sabía que Ino hacía esa pregunta sin ningún tipo de mala intención, pero no pudo evitar sentirse inquieta.

-La verdad es que aún no hemos llegado a eso – habló algo cabizbaja- es decir, desde un principio decidimos que los hijos que tuviéramos serían de los tres, pero...- exhaló – estos bebés están a punto de ser una realidad y yo no estoy segura de cómo manejarlo, no quisiera que ninguno de los dos se sintiera desplazado – finalizó con tristeza la pelirosa.

-Nada en ustedes tres ha sido normal frente – la rubia le dirigió una sonrisa esperanzadora – nunca lo ha sido, estoy segura de que sabrán que hacer cuando llegue el momento.

-Gracias Ino – con esto en mente ambas mujeres continuaron con la tarea que tenían en manos.

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Algunos días después, mientras Sakura preparaba el desayuno bajo la atenta supervisión de Sasuke se escucharon golpes en la puerta de la residencia Uchiha-Uzumaki, era extraño considerando que los ANBU y el Hokage preferían usar la ventana y las frecuentes visitas de la familia Yamanaka eran ruidosas e invasivas.

En ese momento Naruto que recién se despertaba bajaba las escaleras, por lo que sin pensarlo dos veces se apresuró a abrir la puerta. Solo le tomaron un par de segundos para darse cuenta de que había cometido un grave error, pues al otro lado se encontraba nada menos que la madre de Sakura, quién al verlo puso una cara de disgusto, el rubio, como era costumbre dormía únicamente con ropa interior, por lo que sus calzoncillos y una bata abierta eran lo único que cubría su cuerpo.