El Clan

Capítulo 29

- ¡buaaaa! - el llanto del pequeño llamó la atención del hombre que pasaba frente al parque de juegos, un pequeño niño rubio estaba en el suelo sujetando so rodilla raspada mientras lloraba con fuerza, era bastante pequeño por lo que era normal que un golpe así le doliera tanto.

-Tranquilo pequeño, déjame ayudarte – el hombre se arrodilló frente a él mientras tomaba un pañuelo para limpiar la rodilla del niño. Ante las atenciones del anciano el pequeño dejó de llorar - ¿Vez? Todo está bien ahora – dijo él con una sonrisa en el rostro, el niño le sonrió de vuelta.

-Gracias oji-san – dijo el pequeño, el anciano le acarició la cabeza sin embargo al fijarse en los ojos del niño se detuvo en seco.

- ¡Mina-chan es hora de! ....oh... -Ino quedó muda ante la escena frente a ella – Haruno-san - dijo con una reverencia, en silencio caminó hacia el rubio y lo tomó en sus brazos – te he dicho que no te alejes de los demás – al ver la herida en la rodilla del niño aplicó un poco de chakra, la herida se cerró en cuestión de segundos - ¡Listo, como nuevo! – exclamó la rubia con una sonrisa al finalizar – estoy segura de que la frentuda me mataría si te devuelvo con un cabello fuera de su lugar – dijo entre risas – por lo que este será nuestro secreto ¿de acuerdo? -preguntó guiñándole un ojo .

- ¡Hai, tía Ino! – a pesar de ser hijo del rubio, la sonrisa de Minato tenía escrito Sakura por todos lados y el hombre no pudo evitar notarlo, Ino asintió al padre de su amiga despidiéndose, sus ojos reflejaban una mezcla de tristeza y dolor, eso no había pasado desapercibido para ella mientras lo observaba alejarse cabizbajo del lugar donde ellos se encontraban, ese, después de todo era su nieto, pero la rubia no podía hacer nada más, la decisión de alejarse de ellos la había tomado él solo.

Al llegar al lugar en donde se encontraba su esposo con los otros pequeños dejó a Minato sobre el suelo para que se les uniera - ¿Puedes creer que en unos días más nuestro hijo cumplirá 3 años? – preguntó Ino a su esposo sin despegar la mirada de los niños que corrían felices.

- ¿Qué quería Haruno-san? – cuestionó Sai mirando a su esposa.

- ¿De qué sabor debería hacer el pastel de cumpleaños, de fresa o chocolate? – preguntó Ino sin dirigirle la mirada a Sai, sus puños se encontraban apretados en su regazo, algo que su observador esposo no dejo de notar, deslizando su mano en la de ella entrelazó sus dedos observando el juego de su hijo y sus mejores amigos.

-De chocolate estaría genial – respondió entendiendo que la rubia no quería hablar del tema.

-Me parece bien – contestó ella casi en un susurro mientras estrechaba con fuerza la pálida mano de su esposo.

Pensar en el padre de su amiga le hacía pensar en el suyo, verlo desperdiciar esta oportunidad única le dolía y enojaba al mismo tiempo, pero tristemente no había nada que ella pudiera hacer.

------------

-Fue realmente egoísta de su parte ¿sabes? – dijo Shizune inflando los cachetes haciendo un puchero demasiado tierno para alguien de su edad.

- ¿Qué cosa? – preguntó Sakura sin dejar de observar el cielo de la tarde acostada en el techo del hospital, costumbre que ella y Shizune habían adoptado desde los tiempos en los que Tsunade era Hokage y buscaban tomarse un respiro de las demandas de su rubia maestra.

-No enseñarnos ese jutsu, todo sería mucho más sencillo – respondió la pelinegra dejando salir un suspiro tan audible que solo podía atribuirse al cansancio extremo que experimentaba - si no hubiera sido demasiado codiciosa para compartirlo con nosotros no estaríamos en tantos problemas.