ALLEN:
Un nuevo día, eso significa que cada vez falta menos para que me quiten este estupido yeso, ya no lo soporto; y que Nora haya escrito en él lo hace aún peor.
Cualquiera pensaría que escribió un lindo mensaje, pero no, escribió en mi yeso la lista de compras del supermercado que se ofreció a hacer por su madre, todo porque se le olvido hacer una lista en casa, y mentalmente, lo más seguro es que terminara olvidando un par de cosas.
—¿Que falta?. —preguntó mientras recorriamos los pasillos del supermercado.
—Pan, leche y cereales. —respondí viendo en mi yeso las únicas palabras que no estaban tachadas con una equis.
¿Que como terminé yo aquí?, muy buena pregunta, el plan inicial era que yo pasaría buscando a Nora para ir a dar una vuelta con Tobby, y cuando llegué a su casa los planes cambiaron y terminamos haciendo las compras.
—Nora —su vista se posó en mí al oírme llamarla. —arruinaste mi yeso. —me quejé.
Tiró de mi mano hasta tener mi brazo enyesado cerca de ella y sacando el marcador de su bolsillo escribió:
Eres insoportable Allen James.
Con cariño, tu amiga Nora.—Faltó un corazón, así no me gusta. —rodó los ojos ante mi queja y destapando nuevamente el marcador, dibujó el corazón que había pedido.
—¿Contento?. —preguntó fastidiada.
—No.
—Pues te jodes. —replicó, tomó el carrito donde estaba metiendo las cosas y se dirigió a la caja a pagar.
—Debo admitir que cuando te acercaste a ayudarme en el hospital, creí que eras un amor de persona.
—Yo soy un amor de persona. —se cruzó de brazos mientras subía el rostro para poder verme.
—No pienso igual, eres obstinada, siempre andas con una cara como si todo te desagradara, la vida te vale un comino. Eres... eres tan rara, Nora.
—Cállate. —musculló entre dientes. La chica sue estaba detrás de la caja registradora cambiaba constantemente su mirada de Nora a mi.
—No me callo, es la verdad. Solo te conozco de un par de semanas pero es agotador estar a tu lado, yo soy una persona bastante positiva y cuando estoy contigo es como si hubiese algo que le quita la buena vibra a todo. Tú eres esa cosa que va chupandole el color al mundo hasta dejarlo en nada, solo blanco y negro.
—¡Pues si tanto te agota estar conmigo entonces vete!—gritó provocando que varias miradas más se pasaran en nosotros.
—¡Bien!
Sin dejarla responder me marché de ahí, apenas llegué al estacionamiento me subí al auto y lo puse en marcha para regresar a casa de mis padres. No suelo ser así, mis padres no me enseñaron esto, pero de verdad es agotador intentar entender a alguien que en vez de ayudarte solo pone trabas y crea muros para evitar ser conocido.
A todos nos jode algo, ninguna vida es perfecta, pero tratar de ocultarlo no lo mejorará o hará que desaparezca. Solo nos hunde más en un pozo donde luego salir puede ser difícil.
Poco faltaba para llegar a casa de mis padres cuando en un cambio de semáforo di la vuelta y empecé a conducir de regreso al supermercado, mis pensamientos empezaban a torturarme por haber dejado a Nora a su suerte sabiendo que a parte de la lista de compras también se había olvidado de su teléfono. Cuando llegué la vi sentada en el bordillo de la acera teniendo las bolsas con la compra a su lado, estaba tan entretenida con la agujeta de su zapato que no se dio cuenta de que yo caminaba hacia ella, cuando observó mi sombra en el pavimento alzó la mirada; pero rápidamente volvió a bajarla.
ESTÁS LEYENDO
Enséñame a vivir
Teen FictionÉl vive la vida sin límites. Ella solo espera el final de todo ese tormento. Él cree que hay que vivir cada día como si fuese el último. Ella ha aprendido a aceptar que ese momento más temprano que tarde llegará. Allen ama sentir la brisa chocar...