☁️Capítulo 18☁️

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ALLEN:

Me quedé dormido esperando por un mensaje que no llegó, aunque después supe el motivo, y que jodido sentimiento experimenté cuando leí esas simples líneas.

"Nora se ha dejado la puerta entreabierta y la he visto hecha un ovillo sollozando"

No lo pensé dos veces cuando ya estaba marcando al número de Sara, quien no tardó en contestar. Lo primero que le oí decir fue que no llamara a su hermana y juro que no entendí la razón hasta que me dijo que la dejara aliviar su dolor a su manera, ella había decidido hacer lo mismo y otorgándole un poco más de privacidad había terminado de cerrar la puerta de su habitación y le había dicho a sus padres que Nora se había quedado dormida.

Seguía reacio a mantenerme incomunicado totalmente con mi amiga en ese momento, pero sabía que Sara tenía razón cuando decía que  si la molestabamos se cerraría fingiendo estar bien y eso solo ocasionaría que sus sentimientos se fuesen acumulando.

Al final, quedamos de acuerdo en que no queríamos hacerla sentir peor, y aunque queríamos estar a su lado e intentar aliviar su dolor; entendimos que lo mejor es que tuviera un momento para ella sola, donde dejara salir todo aquello que no se atrevía a hacer frente a nosotros.

Así que hoy cuando desperté lo primero que hice fue tomar el teléfono dispuesto a enviarle un mensaje a Nora, pero vaya sorpresa, el que tenía un mensaje de ella era yo.

"Decidí hacerme un cambio de look. Mis padres se van a infartar cuando me vean, pero sé que entenderán. Además, Sara va a ayudarme"

El mensaje era de hace un par de horas y ya era casi mediodía, y hoy me he levantado un poco tarde debido a que anoche después de hablar con Sara no pude evitar pasar gran parte de la noche dando vueltas en la cama pensando en ella, en Nora, y en cómo hacer para aliviar un poco su dolor.

Soy consiente de que físicamente no creo poder lograr mucho, o nada mejor dicho, pero quiero aliviar su dolor emocional, quiero hacer feliz a mi amiga aunque sea por un par de horas.

Me desayuné una rebanada de pizza y un jugo de naranja que conseguí en el refrigerador y luego pasé gran parte del día organizando un poco el lugar, y gracias a que estaba limpiando las gavetas de la mesita junto a la cama, fue que conseguí la lista que me había entregado Nora cuando fuimos al parque de diversiones.

Lo primero en la lista era ir a un festival de música, y bueno, dado las circunstancias no creo que eso se pueda en este momento, lo siguiente era pasar tiempo suficiente con su familia y por lo que he podido ver y oír por Sara, pasan mucho tiempo juntos.

...un primer beso, puede que ese plan funcione, aunque técnicamente ya no sería su primer beso.

—¿Crees que nos dejen poner pequeñas bombillas en el los árboles del complejo residencial? —fue lo primero que pregunté en cuanto la hermana de mi amiga cogió la llamada.

—¿Qué piensas hacer?

—Mañana te explico, por cierto ¿crees que tu madre pueda hacer galletas de esas que tanto le gustan a tu hermana?

—Le preguntaré, ¿algo más?

—No, yo me encargo del resto.

Finalicé la llamada y terminé de hacer los deberes que tenía pendientes, mientras más limpiaba más ideas se me iban ocurriendo. Definitivamente esta ya no era la lista de Nora, ahora era la mía. Cumpliría todo aquello que llevo imaginando desde que me besó en la casa del terror.

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Las horas en carretera fueron un total martirio, lo único que lo volvía medianamente pasable es que mi cachorro iba en el asiento a mi lado, con sus patas delanteras apoyadas en la ventanilla y la cabeza fuera, haciendo que su pelaje ondeara debido a la brisa. Eso sin mencionar la buena onda de las canciones que pasaban en la radio.

Enséñame a vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora