ALLEN:
Cuando volví al lugar donde había dejado a Nora ella no estaba, eché un vistazo alrededor pero era como si hubiese desaparecido. Elegí cualquier dirección en la que ir pero pocos pasos había dado cuando me detuve abruptamente, cerca de una de las casetas de juego estaba un grupo de chicos conversando, grupo que yo conocía bastante bien. Eran los amigos de Miller.
Realmente nada me hubiese importado toparme con ellos pero, lo que me llamó la atención fue oírlos decir que el bastardo de Miller había citado a Nora en la entrada de la casa del terror por la simple razón de que la había visto más temprano en la competencia junto a mí, y sabía que cuando él se acercaba a uno de mis conocidos —especialmente mujeres —eso no terminaba bien.
Y no quería que Nora fuera un peón más en esta rivalidad entre ambos.
Caminé rápidamente hacia la casa del terror encontrándome con unos conocidos en el camino, un simple saludo bastó para no ser descortés pero no me quedé a platicar mucho más que eso, necesitaba llegar rápido a donde estaba Nora, frente a dicha atracción habían unas cuantas personas, pero ninguna era ella, y temiendo haber llegado tarde abrí la puerta y me adentré al oscuro lugar viendo las luces tenues encenderse de vez en cuando ofreciendo poca visibilidad. En medio de la oscuridad choqué con alguien y por su quejido pude reconocerla, era ella, mi amiga.
Rocé mi mano por su brazo para tomar su mano y empezar a caminar para sacarnos de allí, pero las cosas no sucedieron como las había planeado, comenzando porque apenas toqué su mano ella tomó la iniciativa y unió las manos que teníamos libres quedando enfrentados, y aunque no podía ver nada; presentía que había muy poca distancia entre ambos.
Lo siguiente que sentí fue como sus manos soltaban las mías y como subían por mi pecho hasta posarse en mis mejillas y sostenerlas firmemente, y lo último... lo último que sentí fueron sus labios impactar contra los míos.
Me sorprendí, sí, aún más cuando su beso se sentía tan seguro. Estaba pasmado y mi cabeza en blanco pero de pronto caí en cuenta de que estaba devolviendole el beso, y no solo eso si no que también había llevado mis manos a su cintura sosteniendola fuerte contra mí.
Cuando se separó para tomar aire como reflejo su nombre salió de mis labios, apenas fue un susurro pero fue suficiente para que rápidamente se separara de mi y de pronto una brillante luz me dejara enceguecido.
—¡¿Allen?! ¡¿Qué haces aquí, dónde está Jacob?!
—¡Te estaba buscando! Cuando volví no te encontré donde te había dejado. —expliqué —¿Podrías dejar de alumbrar mi cara? No veo absolutamente nada.
—¡Creí que hoy besaría por fin al chico que me gusta, pero nooo, besé a mi amigo!
Auch, sí, me había dado justo en el ego.
—¡Pues que sepas que a mi tampoco me gustó tu beso! —solté ofendido —Típico de una novata —hablé bajo, pero aún así sentí su puño chocarse contra mi pecho sin mucha fuerza.
—Yo quería besar a Jacob.
—Yo he querido besar a Lana Rhoades, pero bueno, no todo lo que queremos sucede.
—Hablo en serio, yo quería besar a Jacob, lo he querido desde hace mucho tiempo. —su voz se oía triste.
—Pues tremendo idiota al que querías darle tu primer beso.
—¡Tú también eres un idiota!
Ya me estaba cansando de la actitud de Nora. Entiendo que no está a gusto con que su primer beso haya sido yo, pero el berrinche que esta haciendo es estúpido.
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Enséñame a vivir
Teen FictionÉl vive la vida sin límites. Ella solo espera el final de todo ese tormento. Él cree que hay que vivir cada día como si fuese el último. Ella ha aprendido a aceptar que ese momento más temprano que tarde llegará. Allen ama sentir la brisa chocar...