Te sentiste algo sola al no haber visto a Denji al día siguiente, él te había dejado una nota con garabatos, indicandote que se tuvo que ir a trabajar.
Estuviste esperandolo todo el día, pero nunca volvió.
Por la noche saliste, luego de ir a tu trabajo, pero tampoco lo encontraste.
Al tercer día de no verlo, realmente te empezaste a preocupar.
Quizás debería hacer avisos de desaparecido?
Él no conoce a nadie... Quién podría ayudarme a buscarlo?
Es muy impredecible... Ni siquiera sé exactamente donde vive...
Tus pensamientos no te dejaban en paz mientras caminabas por la ciudad en busqueda de aquél muchacho.
-"Una joven virgen! Que mejor aperitivo para encontrarme que este!"
Esas palabras te trajeron de nuevo a la realidad, ni siquiera te habías dado cuenta que habías llegado a una parte llena de destrozos en la ciudad, y que las personas huían de ahí.
Te quedaste paralizada cuando viste a un enorme murciélago frente a ti.
Ese miedo que sentiste en ese momento, te fue muy familiar.
Sentiste el mismo miedo de pequeña, cuando un demonio se había acercado a ti lista para devorarte...Pero ese día Denji había llegado, matandolo junto con Pochita y salvandote.
Sonreiste con nostalgia por el viejo recuerdo de aquel primer encuentro que tuvieron.
-"Lo siento-"
Solo pudiste decir eso al ver la enorme mano de aquel demonio acercarse a ti, tú cuerpo paralizado del miedo, el único movimiento que pudiste hacer fue cerrar tus ojos con fuerza.
Lo siguiente que sentiste fue una gran salpicadura en todo tu cuerpo, y unos brazos atrapandote para hacerte a un lado.
Por mera curiosidad abriste los ojos un momento.
Casi se te sale el alma por un momento cuando viste un sujeto con cabeza de motocierra.
-"Me siento maaal..." Lograste suspirar mientras casi te desmayabas
-"NO TE DESMAYES AHORA POR FAVOR!"
El tipo te atrapó antes de que caigas y alzaste la mirada para poder verlo bien.
Soltaste un chillido al ver de nuevo al demonio murciélago y te recompusiste poniendote de pie.
-"Tú-! Tú has tu trabajo tranquilo! Yo no te molesto!" Palmeaste sus hombros con miedo mientras buscaste un lugar por donde correr
Cuando viste uno, no dudaste en irte corriendo hacia el lugar.
Pasaste frente a una vidriera y observaste tu reflejo.
La salpicadura que sentiste antes, era sangre del mismo demonio!
Volteaste a ver un momento al que intentó devorarte, notando la carencia de la mano que casi te atrapa.
-"Ugh... No sé quien da más miedo o asco... El murciélago gigante o yo cubierta de sangre de ese bicho asqueroso..." Te quejaste quitandote tu camiseta para que la sangre no traspase a tu cuerpo o ropa interior "Maldito asco! Asco!"
Seguiste alejandote del lugar, escuchando todo el alboroto detrás de ti.
Cuando sentiste que finalmente estabas algo segura, un estruendo resonó con fuerza cerca de ti, era el murcielago que había impactado contra un edificio a tu lado.
Al verlo, observaste que estana completamente destrozado.
-"Era necesario que caiga muerto aquí?..." Pensaste en voz alta mirando el interior ahora expuesto del demonio "Un momento... Eso es?..."
Te acercaste por curiosidad al ver una silueta humana y al oír un maullido.
-"Eh?! Ese maldito se había comido ya a una chica y a un gato!" Te agachaste y tomaste a la muchacha pasando su brazo por tu hombro "Hey! Tú-! Motosierra! No eres malo verdad?! Me ayudaste!" Apuntaste al sujeto con tu mano libre, quien estaba de pie a unos metros apenas "Y ayudaste a este chica y a su mascota... Puedes ayudarme a levantarla??"
-"Pechos... grandes..."
Lo lograste oír murmurar y te quedaste en silencio.
-"Pervertido" Le dijiste sin más
Te asustaste al verlo caer de rodillas al suelo, y parecía estar disolviendose.
-"Nunca... te había visto los pechos..."
Cuando alzó la cabeza y viste el rostro familiar de aquel muchacho a quien tanto quieres, te quedaste en shock.
-"DENJI QUÉ HACES MIRANDOME LAS TETAS?! DESDE CUANDO ERES TAN PERVERTIDO?!"
Sentías tantas emociones en ese momento, pero en ese instante lo que más te indignó, fue que estuviese viendo tu pecho descubierto.
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Some Love - Denji x Lectora
FanfictionPara ti siempre fue un buen amigo, un chico que recurría a tu hogar para poder refugiarse un poco de sus problemas. Y siempre estuviste dispuesta a ayudarle en todo posible, y brindarle algo de amor.