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||DANIEL||
-¡¿Como que era Virgen?!-pregunta con una cara de horrorizado.
-¡si era Virgen joder!-hago la misma cara que el.
-Eres ginecólogo Daniel ¿Y no preguntaste si era Virgen? DIOS-niega con la cabeza mientras se mete otra papa a la boca.
Con Andrew casi no nos vemos seguido porque nuestros horarios de trabajo chocan mucho y pocas las veces coincidimos en el mismo. A veces a mí me toca trabajar desde las 8 am hasta las 6 pm y a él de 3 pm a 10 pm o más, aunque siempre nos quedamos más tiempo para dejar todo organizado, eso es algo que nuestra madre nos ha inculcado.
Cuando tenía 6 años mi madre estaba ahogada en el alcohol y por eso mi padre la había dejado pero mi padre nunca supo de mi existencia de lo contrario no me habría dejado con ella, un día a ella se le ocurrió a hacerme mendigar en la calle para que así ella consiguiera dinero para su vicio.Yo la amaba a pesar de cómo me tratase así que decidí hacerlo, cuando había revisado mi bolsita tenía recolectado 6 dólares y me fui porque con eso era más que suficiente.
Cuando toque varias veces la puerta esperanzada que ella me habría no fue la cara que espere ver sino la de una señora que no conocía.-¿Quién es usted?-pregunto e intento echar una ojeada por dentro-¿Mi mamá?
-Mira chiquillo a tu madre la bote por alcohólica no me ha pagado la renta y también necesito, así que cogió sus cosas y se fue-informa y me quedo de piedra.
-¿A dónde fue?
-No lo sé chiquillo-y es lo último que me dice antes de tirarme la puerta en la cara.
Camino por todo el vecindario con la esperanza de encontrarla esperándome, pero no la veo.
Decido ir a donde ella me dijo que mendigara puede que allí me esté buscando.
Paso la calle y me encuentro a Don Pedrito, el señor que nos fía comida o bueno que me la da a mí.
-Don Pedrito cómo le va, por cierto, tome-saco de mi bolsillo 3 dólares y se los ofrezco-por la compra de hace unos días que le hice ya conseguí dinero-niega con una sonrisa.-No tiene que pagarme nada chiquillo, con que me ayudes aquí en el negocio un rato está más que saldada la cuenta-habla y asiento guardando mi poco dinero que pronto será de mi madre.
Cuando mi madre no tenía que darme de comer con lo que me sobraba de pedir dinero compraba algo para llenarnos la tripa para así no morirnos de hambre, ni ella ni yo.
-De casualidad no ha visto a mi madre es que no está en casa-le digo y él suspira pesadamente.
-La vi subirse en un bus con una maleta-se agacha quedando a mi altura-dijo que se iría y no sabía si regresaría-siento un punzón fuerte en mi corazón y de inmediato mi cerebro máquina.
Nos dejó>termina diciendo la vocecita de mi cabeza.
***
Desde allí yo me quede trabajando con Don Pedrito hasta que la que ahora es mi madre, mi abuela, mi todo me encontró botando la basura y me llevo hasta donde yo me quedaba y hablo con Don Pedrito que ella me quería cuidar como un hijo claro que él no me dejó ir tan fácil, todos los días ella iba a por mí, me metió en la escuela, me compro mis materiales de estudio y a ella no le importaba quedarse en el que entonces era mi barrio hasta las tantas para ayudarme a hacer los deberes.

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El doctor imbécil
Teen FictionSoy muy aficionada del gimnasio, no puedo faltar porque dependo emocionalmente de el y según mi psicóloga dice que es algo malo pero eso no es el problema. Sino que estos últimos días no he podido ir al gimnasio porque he tenido una incomodidad allí...