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AMELIA.
La semana transcurre normal y después del encuentro que he tenido con Daniel no he tenido ni ánimos de acompañar a mi padre a su trabajo y es que la razón es muy sencilla, Daniel me pone nerviosa tan solo con observarme y no quiero que mi padre me moleste con el o me empuje hacia el cuando sabe perfectamente que estoy con Alex.
Este último no he tenido cara de verlo después de lo que pasó con Daniel, así que opto por no topármelo mucho en la universidad aunque me es imposible. Además, siento que lo he traicionado y no se porque.
-¡Oye!-escucho un grito desde el fondo del pasillo y volteo a ver-¡espérame!-corre hacia mi dirección y se detiene cansado-joder no te he visto toda esta semana-habla y sonrío.
-He estado muy estresada entre la universidad y el trabajo-hablo y le ofrezco un poco de agua a Gregory y la toma.
-No entiendo porque trabajas si tu padre y madre ganan muy bien ¡JODER QUE SON DOCTORES!- habla y yo me río por lo que dice- tú también deberías ser doctora-le golpeo y este hace drama.
-Que ellos sean doctores no quiere decir que yo también vaya a hacerlo además me encanta la nueva carrera que tengo hoy así que me tocará hacer la oveja negra de la familia-ambos reímos por mi ocurrencia y caminamos hacia la salida.
-Oye por cierto Alex me preguntaba por ti, dice que no le contestas los mensajes y cómo está muy metido en el trabajo no ha tenido tiempo de ir a tu casa a ver qué sucede ¿todo bien?- pregunta y mientras tanto busco con una mirada en qué sector del parqueadero he dejado mi auto.
- como te dije antes he estado muy atareada con mis cosas que ni he tenido tiempo de responder los mensajes en general tenemos que hacer un proyecto y está un poco complicado lo bueno es que es individual y no tengo que depender de nadie- encuentro mi auto y camino hacia allí espero que Gregory se vaya al suyo sin embargo me sigue.
-Bueno espero y pronto puedan verse ambos parecen estar muy ocupados en los suyos es normal oye- habla un poco tímido, lo miro-será que tú me puedes llevar al bar Brigthon, es que allí deje mi coche anoche y como me emborrache un amigo me llevo en su auto y hoy tengo que recogerlo- me quedo viendo y entre cierro mis ojos.
-Por lo menos no fuiste un irresponsable y manejaste en estado de ebriedad- sonríe porque ya sabes mi respuesta en las dejemos al sitio donde me indica, aunque ya lo conozco porque anteriormente he ido allí con él y mi novio.
Cantamos a todo pulmón las músicas de Eladio Carrión mientras llegamos al bar.
Después de casi 20 minutos estaciono y veo su coche pero curiosamente al lado de este veo un coche que se me hace particularmente conocido, demasiado conocido a decir verdad.
Volteo a ver a Gregory y el tiene la misma cara que yo, ambos nos bajamos y nos aseguramos de que sí sea el coche de Alex.
-¿ No se supone que estas horas debe estar en su trabajo?- le pregunto a mi amigo y él se encoge de hombros.
-No lo sé yo también tengo entendido lo mismo incluso le dije que me venga a dejar aquí y me puso una excusa que tenía una reunión importante- ambos nos quedamos viendo hasta que él toma la iniciativa- mejor entremos seguramente tiene que estar hablando con algún cliente o que se yo-niego guardando las llaves de mi auto en mi bolsillo trasero.
-No creo que una reunión importante sea en un bar como este- cuando entramos de la nada me entra un nervio que no sabría descifrar.
Buscó con la mirada por todo el bar a mi novio pero no lo veo Gregory también busca y no lo veo estamos por darnos por vencido cuando Gregory me toma de la mano y me hace voltear cuando lo hago todo dentro de mi se paraliza y mi mente deja de maquinar.

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El doctor imbécil
Teen FictionSoy muy aficionada del gimnasio, no puedo faltar porque dependo emocionalmente de el y según mi psicóloga dice que es algo malo pero eso no es el problema. Sino que estos últimos días no he podido ir al gimnasio porque he tenido una incomodidad allí...