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Amelia.

Mis ultimas dos semanas han transcurrido normal, por fuerzas mayores no hemos podido casi vernos Daniel y yo por lo que nos estamos manteniendo en comunicación por medio de videollamada.

Según lo que me ha contado es que ya le llegó la citación a Nathalie, la madre de Sebastián y todo eso fue un caos pero bueno no me quiso dar mas detalles, el pobre de Sebastián dicen que está asustado y que no quiere hablar con la psicóloga.

Termino mi turno y le entrego mi puesto a Owen que ha vuelto de vacaciones, estoy por decirle algo, pero me entra una llamada, es Daniel.

-Hola-saludo alegre.

-Hola, ¿Cómo está la señorita mas guapa que he conocido?-me carcajeo por lo que dice.

-No me digas mucho eso que me lo creo eh-molesto y me despido de un beso al aire con Owen. Despues conversaré con el.

-Pues créetelo porque justo estoy aquí afuera en tu trabajo...te espero-cuelga y sonrío.

Salgo y me despido de mi jefe que está ayudando en caja y veo a un tipo de espaldas que reconozco al instante.

-HOLAAAAA-este se voltea y me quedo de piedra cuando lo veo con un ramo de rosas rojas en su mano, como ve que no me acerco el lo hace y me toma de la cintura para saludarme con un beso en la mejilla. Me sorprende porque creo que en lugar de otro hombre me besaría en la boca incluso el tiempo que ha transcurrido que terminé con Alex han pasado cosas entre Daniel y yo pero incluso así no me ha besado, bueno lo del baño fue un impulso que deseaba que pasará la verdad.

-Hola hermosa-me entrega el ramo y lo tomo entre mis manos temblorosas.

-¿Por qué rosas rojas y la del centro coral?-pregunto mientras mis fosas nasales se inhundan del aroma de estas.

-Las rojas del amor...-parece ponerse nervioso-y la del centro es de color coral porque he leído que la rosa de coral significa que no eres tan popular como las demás pero tampoco eres tan común...tomo ese significado como que estás a la mitad de ambos conceptos y en conclusión eres perfecta-me acerco poniéndome de puntillas y esta vez soy yo quien toma la iniciativa al besarlo, sus labios se mueven al compás de los míos haciendo un gran dúo, hago las flores a un lado y el me toma de la cintura apegándome más a su cuerpo y poder sentirlo.

-Gracias...-susurro entre sus labios-que se joda el mundo y todos, veamos que pasa entre los dos, averigüemos si lo que sentimos va más allá que la atracción-sonríe por lo que digo.

-Créeme que ya me di cuenta que es más que atracción, ahora le creo a mi hermana y fuiste mi primer amor a primera vista-sonrío y lo vuelvo a besar.

-Prométeme algo-me mira y asiente-que si esto no llega a funcionar intentaremos seguir con nuestra amistad porque no quisiera que ni tu ni Sebastián salgan de mi vida...ahora ustedes forman parte de mi vida y los quiero mucho-sonríe asintiendo.

-Y si esto no funciona intentaremos hasta lo ultimo para que funcione solo si de verdad no damos más seremos amigos, lo prometo...-lo abrazo con fuerza.

A la mierda el tiempo y todo, quiero arriesgarme con el, ¿y porque no? Si me ha respetado y cuidado sin que yo se lo diga.

-¿Vamos a mi casa?-pregunto y el me mira curioso.

-¿Y tus padres?

-Ya para ellos no es un secreto que me estoy conociendo contigo, así que ya da igual, además ya te conocen-hablo y el ríe nervioso.

El doctor imbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora