Cerré la puerta de mi casillero cuando unas manos me taparon los ojos.
-¿Quién soy? -preguntó.
-¿Justin Bieber? -bromeé.
-Mejor que eso -dijo dejándome verlo.
-Hola, T -le sonreí.
-Señorita, tengo el gusto de decirle que seré su transporte el día de hoy -anunció haciendo una reverencia teatral frente a mi.
-No te dejaré conducir mi motocicleta.