Solté un grito ahogado cuando abrí los ojos.
-Entonces, ¿qué dices? -preguntó nervioso.
Eché otra mirada a la enorme manta que colgaba frente a nosotros, analizando la frase que en ella estaba escrita con letra cursiva: "¿Quieres ser mi novia?"
Solté un grito ahogado cuando abrí los ojos.
-Entonces, ¿qué dices? -preguntó nervioso.
Eché otra mirada a la enorme manta que colgaba frente a nosotros, analizando la frase que en ella estaba escrita con letra cursiva: "¿Quieres ser mi novia?"