-Te odio -dije, cruzándome de brazos.
-Oh, por favor. Sabes que no era en serio -hizo un puchero y se acercó para abrazarme, me alejé.
-Pues lo parecía -espeté.
-Vamos, Jane -pidió acercándose.
Negué con la cabeza.
-¿Princesa? -intentó una vez más, esta vez no retrocedí. -Lo siento mucho, no quería hacerte sentir mal.
-¿Qué sentirías tú si me burlara de tus ranas de peluche? -pregunté, haciendo referencia a lo que me hizo.
-No metas a Frankie en esto -dijo.